jueves, 27 de diciembre de 2012

"SI FUERAS", Mayte Dalianegra


Si fueras mi marido,
si mi marido fueras,
si dentro de mi centro
tu nido construyeras,
de gozo tan mullido
que el alado silbido
de un viento que no fuera
corriente lisonjera,
arrancase el sonido
ligero del gemido
nacido del encuentro
de vísceras adentro;
sería tu consorte
de lunas en cohorte,
de estrellas y luceros,
de mapas de aguaceros
caídos en el verde
boscaje de una taiga;
serpiente que nos muerde
el deseo encendido
que nuestro amor nos traiga.

(Mayte  Llera, Dalianegra)

Pintura: “Cupido y Psique” (1798), François Gerard. Museo del Louvre, París

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"DE NUEVO", Vladimir Mayakovsky

De nuevo
sombrío y melancólico
cogeré mi corazón salpicado de lágrimas
y como un perro lleva
a su garita
su pata atropellada por el tranvía
así lo llevaré.
La sangre de mi corazón marcará el camino,
como flores deshojadas en el polvo.
Mil veces
daré vueltas como el sol a la tierra,
como Salomé la cabeza del Bautista.
Y cuando baile mis años
hasta el final,
con millones de gotas de sangre
se cubrirá el camino
hasta la casa del padre.

 Vladimir Mayakovsky.

Pintura: "Salomé" (1876), Gustave Moreau.


"SE ATREVE", Vladimir Mayakovsky

Yo emborronaré el mapa de lo vulgar
vertiendo la pintura en un vaso.
En un plato de gelatina mostré
los pómulos oblícuos del océano.

En las escamas de un pez de hojalata
leí la llamada de nuevos labios.
Y usted
¿se atreve
a tocar un nocturno
en la flauta de los canalones? 

 Vladimir Mayakovsky.

Pintura: "El tocador de pífano" (1866),  Edouard Manet.



"VERLAINE Y CEZÁNNE", Vladimir Mayakovsky

Yo choco, a cada rato,
con el borde de la mesa o del estante,
midiendo con mis pasos, todos los días,
los cuatro metros de mi cuarto.
Me resulta estrecho todo esto del hotel Istria,
en este rincón, de la calle Campagne-Premiere.
Me oprime, la vida de París.
Eso de echar la angustia, por los bulevares,
no es para nosotros.
A la derecha, tengo el Boulevard Montparnesse,
a la izquierda, el Boulevard Raspall.
Camino y camino sin mezquinar las suelas,
camino de día y de noche,
como un poeta standard,
hasta que ante mis ojos,
se alzan los fantasmas.(...)

Vladimir Mayakovsky.

(Versión de Victoriano Imbert).

Pintura: "Bonjour Paris" ("Buenos días, París"), 1972, Marc Chagall.

"¡A TODOS!", Vladimir Mayakovsky

¡A todos!
No se culpe a nadie de mi muerte y, por favor,
nada de chismes. Lili ámame.
Camarada gobierno, mi familia es: Lili Brik,
mi madre, mis hermanas y Verónica Vitaldovna Polonskaya.
Si se ocupan de asegurarles una existencia decente, gracias.
Por favor den los poemas inconclusos a los Brik,
ellos los entenderán.
Como quien dice
la historia ha terminado.
El barco del amor
se ha estrellado
contra la vida cotidiana
y estamos a mano
tú y yo.
Entonces ¿para qué
reprocharnos mutuamente
por dolores y daños y golpes recibidos?

Vladimir Mayakovsky.

Pintura: "El suicidio" (1877), Edouard Manet.  

Mis poetas favoritos: VLADIMIR MAYAKOVSKY

Vladimir Mayakovsky o Maiakovski (Bagdadi, Georgia, 1893 - Moscú, 1930), fue un poeta y dramaturgo soviético. De origen humilde, su militancia en el Partido Bolchevique le causó numerosos problemas con las autoridades de Moscú, donde su familia se había trasladado. En 1911 se unió a los primeros futuristas y participó en la redacción del primer manifiesto futurista ruso.

Su odio visceral al universo burgués y su combativo espíritu revolucionario se reflejan ya en sus primeras obras: La bofetada a gusto del público y la tragedia Vladimir Maiakovski (1913). En 1915 publicó el libro de poemas La nube con pantalón y un año después, La flauta-columna vertebral. Del mismo año que la Revolución Rusa son las premoniciones de El hombre (1917), en la que colaboró redactando eslóganes revolucionarios.

A partir de 1923 y hasta 1928 trató de congregar en torno a la revista Lef, fundada por él, a toda la vanguardia artística soviética, a pesar de las críticas crecientes de los estamentos del nuevo orden. Exaltación de la figura de Lenin es el poema V. I. Lenin (1923-1924), y los éxitos de la URSS son cantados por el poeta en obras como Octubre (1927) y ¡Bien! (1927).

También criticó el creciente aparato burocrático soviético con comedias como La chinche (1929) y El baño, que estuvieron precedidas en 1922 por Los sedentes. Problemas políticos y personales, agravados por el fracaso de sus obras, podrían ser los motivos que explicarían su suicidio (mediante un disparo en el corazón), pese a que no tardó en ser reconocido por su valor literario como el fundador de la poesía soviética.

jueves, 20 de diciembre de 2012

"OS LO DEBO TODO", Mayte Dalianegra


Os lo debo a todos:
al pez grande,
que desde la sinuosa orilla de sus labios
rehúsa engullir al pez chico;

al alevín,
que hace del impulso motriz
de su juventud,
una hélice de aceleración centrípeta;

y al diminuto pez
—al que nunca soles ni lunas permitieron crecer—
apenas perceptible
entre el ir y venir de las mareas,
el que se mimetiza entre
los fondos abisales,
el de la agudeza de visión
a través de las aguas revueltas
por suspensión de arenas,
por su resuelta batalla contra
los cíclopes,
contra las fuerzas que inhiben los derechos naturales,
contra todas las injusticias del mundo.

Os lo debo todo,
os lo debo a todos,
compañeros y compañeras
que me habéis precedido
en este vagar de asedios.
Por deber, 
os debo hasta la vida que aliento.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura de Timothy Chapman

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"HOMENAJE A TIZIANO", Antonio Colinas

He visto arder tus oros en los otoños de Murano,
en la cera aromada de los cirios de invierno;
tu verde en madrugadas adriáticas
y en los ciruelos de los jardines de Navagero;
tu azul en ciertas túnicas y vidrios
y en los cielos enamorados
de nuestra adolescencia
que nunca más veremos;
los ocres en los muros cancerosos
mordidos por la sal, en las fachadas
de granjas y herrerías;
tu rojo en cada teja de Venecia, en los clavos
de las Crucifixiones
o en los labios con vino de los músicos;
un poco de violeta
en los ojos maduros de las jóvenes;
tus negros
en las enredaderas funestas
sobrecargadas de Muerte.

Antonio Colinas.

Pintura: "Vista del Gran Canal por el sur, el Palacio Foscari a la derecha y el puente de Rialto al fondo", Giovanni Antonio Canal, (Canaletto).

"ESCALINATA DEL PALACIO", Antonio Colinas

Hace ya mucho tiempo que habito este palacio.
Duermo en la escalinata, al pie de los cipreses.
Dicen que baña el sol de oro las columnas,
las corazas color de tortuga, las flores.
Soy dueño de un violín y de algunos harapos.
Cuento historias de muerte y todos me abandonan.
Iglesias y palacios, los bosques, los poblados,
son míos, los vacía mi música que inflama.
Salí del mar. Un hombre me ahogó cuando era niño.
Mis ojos los comió un bello pez azul
y en mis cuencas vacías habitan escorpiones.
Un día quise ahorcarme de un espeso manzano.
Otro día ma até una víbora al cuello.
Pero siempre termino dormido entre las flores,
beodo entre las flores, ahogado por la música
que desgrana el violín que tengo entre mis brazos.
Soy como un ave extraña que aletea entre rosas.
Mi amigo es el rocío. Me gusta echar al lago
diamantes, topacios, las cosas de los hombres.
A veces, mientras lloro, algún niño se acerca
y me besa en las llagas, me roba el corazón.

Antonio Colinas.

Pintura: "La escalera de oro" (1880), Edward Burne-Jones.

"ENVÍO", Antonio Colinas

¿Recuerdas todavía el débil canto
del ruiseñor perdido en la enramada?
Viste temblar conmigo aquella noche
la copa del ciprés.

Desmadejó
el cielo hilos de luna por tu rostro.
Pero después del pájaro y la luna
se apagaron los astros.

Vi pasar                                           
no sé qué brisa extraña por tu cuerpo.
¿Recuerdas nuestras manos en el agua?
¿Recuerdas el silencio sobre el campo
y, como un dios sangrante, el nuevo día
incendiando las torres, las palomas?

Antonio Colinas.

Pintura: "Ruiseñor", Verónica Perissé.

"EL CAMINO CEGADO POR EL BOSQUE", Antonio Colinas

Créeme, no es piedad lo que siento por ti,
ahora que estoy lejos, sino un recuerdo herido.
Por ti y por el camino cegado por el bosque
que no pude seguir aquella noche joven,
perfumada y abierta como el cuerpo de un pino.
No es piedad, sino una sensación de fracaso,
de suave y entrañable dolor que nunca cesa.
Fuiste buena conmigo en mis días de entonces:
me diste cuanto soy, este veneno dulce
que me impulsa a luchar contra el mar, contra el tiempo
y contra el mismo amor de los que bien me quieren.
No es piedad, aún te busco en la noche perfecta,
deseoso, sediento de tus colores ácidos,
de tus estrellas frías, de tus ramas y ríos
helados tras los cielos del más hermoso invierno.
Te lo digo dolido y con los ojos húmedos,
aunque la mente esté segura, serenada:
no te pude tener más cerca, pues mis labios
llegaron a rozar tus nieves, tu horizonte.
No es piedad, créeme; sólo sé que una tarde
avanzada, profunda, descendí de aquel monte
puro y purificado como un fuego de junio.
Creí volver a ti definitivamente
y me encontré el camino cegado por el bosque.

Antonio Colinas.

Pintura: "Camino Viejo de Antequera", Emilio Ocón, Colección Peñarroya.

Mis poetas favoritos: ANTONIO COLINAS

Antonio Colinas es un poeta, novelista, ensayista, traductor y periodista español que nació en La Bañeza, León, el 30 de enero de 1946. Ha publicado una obra variada que ha recibido, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura en 1982.

Cursó estudios técnicos y de Historia en la Universidad de Madrid y algunos a quienes el poeta reconoce como sus maestros fueron Vicente Aleixandre y María Zambrano. El primero leía sus poemas y le daba consejos y la segunda le influyó mucho en el terreno del pensamiento. Entre 1970 y 1974 se desempeñó en las universidades de Milán y en la de Bérgamo como lector de español. Posteriormente vivió dos décadas en Ibiza y en 1998 trasladó su residencia a Salamanca.

Sus primeras publicaciones son de 1969 y pertenecen al género lírico: Poemas de la tierra y de la sangre y Preludios a una noche total. En 1989 publicó su primera novela, Un año en el sur (Para una educación estética). Entre sus traducciones del italiano se encuentran la obra de Giacomo Leopardi y la poesía completa de Salvatore Quasimodo, ganador del Premio Nobel de Literatura. En la prensa han publicado sus colaboraciones diarios como El País, ABC y El Mundo y revistas como la Revista de Occidente y Cuadernos Hispanoamericanos.

jueves, 6 de diciembre de 2012

"TRES", Mayte Dalianegra

Tres,
tres astros,
tres fulgores alumbrando
la cósmica noche:
el Sol, semental de piel de oro
derramando la vida
con sus brazos radiales;
la Luna, nevando las tinieblas
de plata pulida y fina;
y Venus, exultante seno
—voluptuoso y lácteo—,
latiendo en prístino magma de rubíes.

Así somos nosotros, amor mío,
tú, de áurea pepita
en lecho de torrentera,
ella, de calma vestida
—blanca y mansa paloma,
hontanar cristalino y puro—;
y yo, de fuego mis pies ceñidos,
de ígneo volcán la boca
que estos versos desgrana.

Tres,
así somos nosotros, amor mío,
tres como tres ángulos
de una misma figura
—dúctil trigonometría—,
que se abren y se cierran,
y se tocan y se abrevan,
y se beben de los labios,
y se amarran las cinturas.

Tres sueños y tres tormentas
en mares que olas destilan,
tres dueños de sus destinos
roturando surcos de saliva y tinta.

Mayte Dalianegra

Pintura de Gigino Falconi

"GESTOS Y COLORES", Boris Vian


A Félix Labisse.

Hay sexos cortos
 y otros cuelgan hasta las rodillas.
Rayados de amarillo y violeta,
como la sombra del sol a través
de la reja.
Y las mujeres, algunas huelen
a caldo de conejo salvaje.
Con tostadas es rico.

Boris Vian.

Pintura: "Pájaro muerto en la nieve de julio", Félix Labisse.

"EL GRAN PASO", Boris Vian

El umbral de la inmortalidad
es bastante alto, de piedra, con plantas.

Uno no se daba cuenta de que lo cruzaba,
pero al otro lado,
montones
de pájaros sin alas y sin agua,
lanzaban gritos desgarradores...

Boris Vian.

Pintura de Indra Grušaite.

"HACE SOL", Boris Vian

Hace sol en la calle.
Me gusta el sol pero no me gusta la calle,
o sea, que me quedo en casa,
esperando que venga el mundo
con sus torres doradas
y sus cascadas blancas,
con sus voces de lágrimas
y las canciones de la gente que está alegre,
o a la que pagan por cantar;
y en la tarde hay un momento
en que la calle se transforma en otra cosa,
y desaparece bajo el plumaje
de la noche llena de ‘puede ser",
y de las canciones de quienes han muerto.
Entonces bajo a la calle,
que se extiende allá hasta el alba.
Una humareda se estira cerca
y yo camino a través del agua seca,
del agua que refresca en la noche fresca.
El sol volverá pronto.

Boris Vian.

Pintura:"Perspectiva de la Gran Vía", Antonio López.

"NO QUERRÍA MORIR", Boris Vian


No querría morir
antes de haber conocido
los perros negros de México
que sueñan sin dormir
y los monos de desnudo trasero
hambrientos en los trópicos
y las arañas de plata
en sus nidos de burbujas
No querría morir
sin saber si la luna
con su falso aire de tuna
tiene un lado picudo
y si el sol es frío
y si las cuatro estaciones
son realmente cuatro
y sin haber probado
a salir con un vestido
a arbolados paseos
y sin haber mirado
por el ojo de una alcantarilla
y sin haberme puesto un vestido
en rinconcetes raros
No querría acabar
sin conocer la lepra
o las siete enfermedades
que se cogen allá abajo
Y lo bueno y lo malo
me darían igual
si si si supiera
que tendría aguinaldo
y también existe
todo lo que conozco
todo lo que aprecio
y que sé que me gusta
el fondo verde del mar
donde bailan los tallos de alga
sobre la arena ondulada
y la hierba tostada de junio
la tierra que se agrieta
el olor de los pinos
y los besos de ella
Que esto que lo otro
qué guapa que allí está
mi querida Úrsula
no querría morir
antes de haber usado
su boca con mi boca
su cuerpo con mis manos
con mis ojos el resto
y ya no digo es preciso
ser muy respetuoso
No querría morir
sin que sean inventadas
las rosas eternas
la jornada de dos horas
el mar en la montaña
la montaña en el mar
el fin del dolor
los diarios en colores
los niños bien contentos
y tantas cosas más
que duermen en los cráneos
de ingenieros geniales
de jardineros joviales
de sesudos socialistas
de urbanos urbanistas
y de pensativos pensadores
Tantas cosas que ver
a ver y a entender
tanto tiempo esperar
y en lo oscuro buscar
y yo que veo el fin
que gruñe y que se acerca
con su gesto torcido
y que me abre sus brazos
de rana patituerta
No querría morir
no señor no señora
antes de haber tocado
el gusto que me atormenta
el gusto que es el más fuerte
antes de haber gustado
de la muerte el sabor...

(Boris Vian)

Pintura: "Autorretrato con monos", Frida Kahlo

Mis poetas favoritos: BORIS VIAN

Boris Vian (Ville-d'Avray, 1920 - París, 1959). Escritor francés. Ingeniero, periodista, poeta, dramaturgo, novelista, actor, músico de jazz y autor de canciones, ha dejado una obra que fue considerada, a título póstumo, como el manifiesto de la juventud existencialista. Boris Vian fue, en efecto, uno de los protagonistas de la bohemia intelectual, nutrida del existencialismo de Sartre, del barrio parisino de Saint-Germain-des-Prés en los años cincuenta. Causó escándalo la publicación, con el seudónimo de Vernon Sullivan, de su primera novela, "Escupiré sobre vuestras tumbas" (1946), que contiene, bajo la forma de una novela negra, una rabiosa denuncia del racismo. Es autor asimismo de las novelas "La espuma de los días" (1947) y "El otoño en Pekín" (1947) -que revela el influjo de Raymond Queneau y de Eugène Ionesco-, y de poemarios como "No quisiera morir" (1962). Compuso incluso dos óperas: "El caballero de nieve" (1957), con música de G. Delerue, y "Fiesta" (1959), con música de D. Milhaud.

sábado, 1 de diciembre de 2012

"AUTOEXPLORACIÓN", Javier Almuzara

Me pregunto quién soy ante el espejo
tan familiar y extraño de mi nombre.
Recuerdo al niño y adivino al viejo
que un tiempo fue y será este mismo hombre.

¿De dónde vengo? ¿En qué remoto ser
inaugural estaba mi futuro?
El ingente pasado hace creer
que el raro azar es ese padre oscuro.

¿Adónde voy desde el vedado inicio?
No sabré la respuesta mientras viva.
Este vértigo intuye un precipicio:

la muerte, soledad definitiva,
una caída libre hasta el abismo
que hay al fondo del pozo de mí mismo.

Javier Almuzara.

Pintura: "Autorretrato en espejo convexo", Girolamo Francesco Maria Mazzola, llamado Parmigianino (1503 - 1540). Kunsthistorisches Museum, Viena, Austria.

"SEÑAS DE IDENTIDAD", Javier Almuzara


Prefiero la alusión al testimonio,
el íntimo dolor al escenario.
Y, aunque mi estilo finja lo contrario,
gustándome Manuel yo soy de Antonio.

Admiro el verso exacto que perdura
porque está bien pensado. Queda claro
que no aspiro al misterio sino al raro
dominio de la luz y de la hondura.

Quisiera dejar fiel memoria mía
diciendo altas verdades que no sé
si en voz baja desmiente la ironía.

Así queda grabado en cuanto escribo
lo que fui, lo que soy, lo que seré.
Por no morir del todo me desvivo.

Javier Almuzara.

Pintura de Enrique Campuzano.

" LA CÁRCEL DE PAPEL", Javier Almuzara

Las mejores historias que has vivido
te las contaron.
Dorados, minuciosos, lentos párrafos
que explicaban el mundo,
te negaron el mundo.

Y muy pronto añadiste
tu esfuerzo al de los que antes
alzaron aquel muro
de libros frente a ti;
también tú diste vida
a fantasmas de tinta y de papel:
tu propia vida.

Has pasado los años,
los días y las páginas,
creyendo vanamente que si ahora
no estás tan vivo como los demás,
cuando te mueras no estarás tan muerto.

Javier Almuzara.

Pintura: "Moza con libro", José Ferraz de Almeida Júnior (1850 - 1899).

"VIVO RETRATO", Javier Almuzara

He visto un ser humano
donde las aves no
ven más que un árbol raro,
y en un soplo de vida
al norte levantado
el saludo nervioso
de ese imposible hermano
que alguien plantó en la tierra,
como a mí, burdo espanto
de sí mismo, hombre hueco,
jirón deshabitado,
con la cabeza sola-
mente llena de pájaros.
 
Javier Almuzara.

Pintura: "El camino rocoso en el Morvan", Henri-Joseph Harpignies (1819–1916).

Mis poetas favoritos: JAVIER ALMUZARA

Javier Almuzara (Oviedo, 1969) es un poeta y escritor asturiano. El estilo de Javier Almuzara se caracteriza por la brevedad, la adjetivación insólita y precisa, los finales contundentes y el uso de la paradoja.Se encuadra dentro de los poetas españoles contemporáneos, en la corriente de la nueva poesía asturiana,con afinidades con Hermes G. Donis, José Luis García Martín y Rubén Rodríguez.

Sus poemarios son: "El sueño de una sombra", Gijón, Llibros del Pexe, 1990. Es una breve colección de tankas que aúnan la estrofa japonesa tradicional con el epigrama clásico grecolatino, género que Almuzara cultiva con deleite."Por la secreta escala", Sevilla, Renacimiento, 1994, en la que afirma el magisterio de una línea poética guiada por Horacio, Li Po, Fray Luis de León, Antonio Machado y Jorge Luis Borges."Constantes vitales", Madrid, Visor, 2004, con el que resultó merecedor del II Premio Emilio Alarcos de Poesía (2003). El jurado estuvo compuesto por Ángel González, Jon Juaristi, Luis García Montero, María Victoria Atencia, José Luis García Martín y Josefina Martínez Álvarez, viuda de Emilio Alarcos.