martes, 27 de agosto de 2013

"A ESO DE LA MEDIANOCHE", Mayte Llera (Dalianegra)


A eso de la medianoche,
entre las doce y la una,
no extravío zapatitos de cristal
ni afilo caninos
ansiosos de yugulares tiernas,
pues las campanas tocan a rebato
ante un viento alisio 
que propaga el fuego de mis sueños;
un ciclón tropical que me sopla ráfagas de susurros
y me cautiva con su eco colgado de un abismo 
que antes solo escuchaba silencio.

En esa hora precaria de luces
no lamento mi ceguera,
pues alumbra la llama de tu voz
desvelando auroras boreales
dormidas bajo mis párpados apretados de tinieblas,
y el negro se vuelve azul, verde, amarillo, rojo…
y mi piel se vuelve templo, 
santuario para tus manos indómitas,
patria para tus labios voraces.

A eso de la medianoche
tu aliento florece entre las tupidas selvas,
y soy pantera en la fronda
—acechando el latido de tus vísceras—,
y gacela asustadiza bajo los claros de luna. 

En esa hora de sombras zarpa tu buque de guerra
combatiendo, impetuoso, 
los embates de mis olas,
calafateando su proa con sal y savia marina,
y enarbolando
—finalmente—
una paz blanca de espuma.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Voluptas”, Franz von Lenbach (1836 – 1904)

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"LA VIDA A VECES...", Jaime Gil de Biedma

La vida a veces es más rica.
Y nos convida a los dos juntos
a su palacio, entre semana,
o los domingos a dar tumbos.

La vida entonces, ya se cuenta
por unidades de amor tuyo,
tan diminutas que se olvidan
en lo feliz, en lo confuso.

La vida a veces es muy poco
y tan intensa -si es tu gusto-
Hasta el dolor que tú me haces
da otro sentido a ser del mundo.

La vida; luego, ya es nosotros
hasta el extremo más inmundo.

Porque quererse es un castigo
y es un abismo vivir juntos.

Jaime Gil de Biedma.

Pintura: "La pareja casada Guillemet en el invernadero" (1879), Édouard Manet, Nationalgalerie, Berlín.

"NO VOLVERÉ A SER JOVEN", Jaime Gil de Biedma

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma.

Pintura: "Adonis", James Northcote  (1746 - 1831).

lunes, 12 de agosto de 2013

"MIS MANOS", Mayte Dalianegra


Mis manos te recorren en el aire
y en el vacío creciente trazan tu perfil.
Cincelan con habilidad de orfebre
la textura de tu piel,
la firmeza de tus músculos.

Mis manos te buscan en la soledad del alba
y te hallan al crepúsculo en el eco lejano de una voz
o en el recuerdo de las noches
que vivimos enlazados en nudo gordiano.

Extrañan la caricia de esa brisa
que es tu aliento,
extrañan también el bálsamo
de tus susurros.

Mis manos son rehenes de las tuyas,
rehenes como mis labios
y mis muslos
lo son del fuego vibrante
de tu lengua.

Mis manos te añoran
ansiosas de surcar tu espalda en mil caminos,
anhelantes de cerrarse en torno tuyo,
de abrigar tu calor como un anillo,
de custodiar en sus palmas
el ardiente manantial de tu simiente
y florecer en los pétalos blancos
de las azucenas.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Salomé” (2008), Kiéra Malone

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"EL ESPINO", Louise Elisabeth Glück

Al lado tuyo, pero no
de tu mano: así te miro
andar por el jardín
de verano: las cosas
que no pueden moverse
aprenden a mirar. No necesito
perseguirte a través
del jardín; en cualquier parte
los humanos dejan
señal de lo que sienten, flores
esparcidas en el polvo del camino, todas
blancas y doradas, algunas
levemente alzadas
por el viento de la tarde. No necesito
seguirte adonde estás ahora,
hundido en la ponzoña de este campo, para
saber la causa de tu huida, de tu humana
pasión, de tu rabia: ¿por qué otra cosa
dejarías caer todo aquello
que has acumulado?

 Louise Elisabeth Glück.

(Versión de Eduardo Chirinos).

Pintura: "Mañana en el jardín de Vauxcresson" (1937), Édouard Vuillard.

"AMOR BAJO LA LUZ DE LA LUNA", Louise Elisabeth Glück

A veces un hombre o una mujer imponen su desesperación
a otra persona, a eso lo llaman
alternativamente desnudar el corazón, o desnudar el alma.
(Lo que significa que para entonces adquirieron una).
Afuera, la noche de verano, todo un mundo
arrojado a la luna: grupos de formas plateadas
que podrían ser árboles o edificios, el angosto jardín
donde el gato se esconde para revolcarse en el polvo,
la rosa, la coreopsis y, en la oscuridad, la cúpula dorada del capitolio
transformada en aleación de luz de luna,
forma sin detalle, el mito, el arquetipo, el alma
llena de ese fuego que en realidad es luz de luna,
tomada de otra fuente, y brilla
unos instantes, como brilla la luna: piedra o no,
la luna sigue estando más que viva.

Louise Elisabeth Glück.

(Versión de Eduardo Chirinos).

Pintura de Henry Pether (1830-1902).

"ESCILA", Louise Elisabeth Glück

No yo, tonta, no yo sino nosotras, nosotras: olas
azules y celestes como
una crítica al cielo: ¿por qué
atesoras tu voz
si ser algo es lo que sigue
a no ser nada?
¿por qué alzas los ojos?, ¿para oír
algo así como un eco de la voz
de dios? Sois todos iguales:
solitarios, de pie sobre nosotras, planificando
vuestras vidas absurdas; vais
donde se os manda, como todas las cosas,
donde el viento os plante, unos y otros
mirando siempre
hacia abajo, viendo alguna imagen
del agua y escuchando qué: olas,
y sobre las olas, pájaros cantando.

Louise Elisabeth Glück.

(Versión de Eduardo Chirinos).

Pintura: "Odiseo frente a Escila y Caribdis" (1796), Johann Heinrich Füssli.

"NIEVE DE PRIMAVERA", Louise Elisabeth Glück

Mira el cielo nocturno:
en mí poseo dos personas, dos clases de poder.

Estoy aquí contigo, en la ventana,
observando tu reacción. Ayer
la luna se alzó sobre la tierra mojada del jardín.
Hoy la tierra brilla igual que la luna,
como materia muerta, encostrada de luz.

Ahora puedes ya cerrar los ojos.
He escuchado tus llantos, también
los llantos anteriores a los tuyos,
y he sido sensible a sus demandas.
Te mostré lo que querías:
no la convicción sino el sometimiento
a la autoridad, que descansa en la violencia.

 Louise Elisabeth Glück.

(Versión de Eduardo Chirinos).

Pintura: "Vista de la  gran galeria del Louvre" (1801), Hippolyte Sebron. Museo del Louvre, París.

Mis poetas favoritos: LOUISE ELISABETH GLÜCK

Louise Elisabeth Glück (Nueva York, 1943) es una poeta estadounidense en lengua inglesa. Fue la duodécima poeta laureada (2003-2004) por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

Louise Glück nació en la ciudad de Nueva York y creció en Long Island. Se licenció en 1961 por la George W. Hewlett High School en la ciudad de Hewlett, Nueva York. Posteriormente asistió al Sarah Lawrence College en Yonkers (Estado de Nueva York), y a la Universidad de Columbia. Ganó el Premio Pulitzer de poesía en 1993 por su poemario The Wild Iris (El Iris Salvaje). Ha recibido también el National Book Critics Circle Award por Triumph of Achilles, el Premio de la Academia Americana de Poetas por Firstborn, así como numerosas becas Guggenheim. En este momento vive en Cambridge, Massachusetts, y desarrolla actividades de docencia en el departamento de lengua inglesa del Williams College en Williamstown, Masachusetts. De forma paralela, imparte clases en la Universidad de Yale.
Obra poética, premios y becas

viernes, 2 de agosto de 2013

"TODO ME RECUERDA A TI", Mayte Dalianegra

Todo me recuerda a ti,
las tardes grises y lluviosas
—como aquélla en que hallaste
cobijo entre mis muslos—,
las nubes que se desplazan
hacia donde muere el sol,
y el gorjeo de un jilguero que anuncia 
la promesa
de la floración
tras el estertor del hielo.

Todo me recuerda a ti,
las pavesas que cabriolean
desde la lumbre de unos ojos
que acaban de conocer el amor,
y las manos
que se enredan con fervor de hiedra
a un torso,
al talle desnudo
de una mujer que espera,
como te espero yo.

Todo me recuerda
el calor del primer beso
que descendió hasta alcanzarme los labios,
el palpitar de mis entrañas
al sentir la turbulencia
de tu invasión, y mis gemidos
 y tu voz.

Todo me recuerda a ti,
desde el olor a salitre
de un batiente donde se quiebran las olas,
hasta el sabor amargo y dulce
de la savia de la higuera. Todo.

Mayte Dalianegra

Pintura de Pino Giuseppe Dangelico 
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"NOCTURNO", Edith Södergran

Noche de claro de luna pura como la plata,
oleaje azul de la noche,
reverberantes olas que sin hablar
una tras otra se suceden.
Sombras caen sobre el camino,
los arbustos de la playa lloran quedamente,
negros gigantes vigilan la plata de la ribera.
Silencio profundo a mitad del estío,
sueño y ensueño.
la luna deslizándose sobre el mar
blanca y tierna.
 
Edith Södergran.

(Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen).

Pintura: "Hoguera en la playa", Antonio Muñoz Degraín.

"VIERGE MODERNE", Edith Södergran

No soy mujer. Soy un neutro.
Soy un niño, un paje y una osada decisión,
soy un rayo risueño de un sol escarlata...
Soy una red para todos los peces golosos,
soy un brindis en honor a todas las mujeres.
soy un paso hacia el azar y la ruina,
soy un salto en la libertad y en el yo...
Soy el murmullo de la sangre en el oído del hombre,
soy un escalofrío del alma, el ansia y la negación de la carne,
soy el anuncio de nuevos paraísos.
Soy una llama inquisitiva e intrépida,
soy agua, honda mas audaz hasta las rodillas,
soy fuego y agua sinceramente unidos por libre decisión.
 
Edith Södergran.

(Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen).

Pintura de Indra Grušaitė.

jueves, 1 de agosto de 2013

"UN DESEO", Edith Södergran

De todo nuestro mundo soleado
sólo deseo una banca en el jardín
donde un gato se asolee...
Allí me sentaré
con una carta en mi regazo,
con una breve carta sólo.
Ése es mi sueño...

Edith Södergran.

(Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen).

Pintura de Colin Fraser.

"TÚ, QUE NUNCA SALISTE DE TU HUERTO", Edith Södergran

Tú, que nunca saliste de tu huerto,
¿no has estado jamás anhelante junto a la verja
viendo por soñados senderos
fundirse la tarde en azul?
¿Y no has sentido lágrimas interiores
quemarte la lengua como un fuego vivo
al ver desaparecer un sol rojo como la sangre
por caminos que nunca habías hollado?

 Edith Södergran.

Pintura de Gail Pidduck.


Mis poetas favoritos: EDITH SÖDERGRAN

Edith Södergran (San Petersburgo, 4 de abril de 1892 - Raivola, 24 de junio de 1923), fue una poeta fino-sueca, pionera de la poesía en sueco en Finlandia. Su impacto en la poesía nórdica, especialmente en el modernismo finlandés de los años veinte, fue significativo en lo que se refiere a la liberación del verso de los confines de la rima, el ritmo regular y la imaginería tradicional. Como modernizadora de la poesía, sólo Katri Vala puede ser comparada con Edith Södergran, una de las poetas nórdicas más queridas.

Edith Irene Södergran nació en San Petersburgo el 4 de abril de 1892, en una familia burguesa de habla sueca. Su padre, Matts Södergran, trabajaba en una compañía de Alfred Nobel, siendo contratado posteriormente en una fábrica en Raivola como mecánico, a pesar de tener la responsabilidad de un ingeniero. En 1890 se casó con Helena Lovisa Holmroos, cuyo padre había tenido una exitosa carrera en el negocio de la fundicíón.