A mi querida amiga Adelina R S
Te haces quereraunque no quieras,
porque naciste en un panal
que goteaba soles de oro,
porque al alzarse el día,
tu luz blanca y esponjosa
traspasa las calles desiertas
como el canto de los pájaros.
Te haces querer
con ímpetu de fuego,
porque elevas
tus alas de libélula
—tus vidrieras góticas—
sobre el agua de los ríos
en las tardes estivales,
y un arcoíris
refleja tus majestuosas formas.
Te haces querer
—y no lo sabes—