sábado, 21 de diciembre de 2019

"ERES LO QUE TENGO", Mayte Llera (Dalianegra)


Te lo digo ahora
—durante este tiempo de vendimia dulce—,
por si un día
las palabras se me agolpan
sobre las paredes de mis sentimientos.

Te lo digo ahora,
que aún respiro sueños sin que mi semblante
mude a desconcierto: “Eres lo que tengo”.

Lo único que tengo
fuera de mi piel,
fuera de mi orilla.
Lo único que tengo.

Te lo digo ahora,
por si un día
un viento azota mis párpados
con la sal del mar,
por si un día
una tormenta devasta mis labios
arrebatándoles su cosecha de besos.

Te lo digo
y sé que entonces
levantarás diques
con la longitud de tu abrazo.

Te lo digo
y sé que entonces
tu verde mirada
de vidrio líquido,
tus ojos de océano,
tus ojos de gavillas
de algas,
de medusas translúcidas,
llegarán a mí
como llega la miel
a endulzar los panales;
porque eres lo que tengo,
lo único que tengo.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “La propuesta” (1892), Lawrence Alma-Tadema

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"¡OH, CAPITÁN, MI CAPITÁN!", Walt Whitman



¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado,
el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firmes la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.

(Walt Whitman)

Pintura: "Muelle del Puerto de Málaga" (1887), José Gartner de la Peña. Real Academia de Bellas Artes de San Telmo

sábado, 2 de noviembre de 2019

"ALGO", Mayte Llera (Dalianegra)


Algo
nos ronda
desde el primer latido,
algo con aroma
a almizcle y
a flores cortadas.

Algo
que hará caso omiso de rezos y ruegos,
que desangrará soles
en los espejos oscuros del llanto.

Algo
llegará
aunque no queramos,
aunque seamos de aire
y nos rebelemos contra los despeñaderos.

Ansiaremos entonces
los cielos y
los infiernos conocidos,
antes que afrontar el miedo al vacío.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura:"La sibila" (1913), Anglada Camarasa

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"MAGIA ERÓTICA", Carmen Matute


Me disuelvo
en la magia
giro
en medio del fruto
pulposo
oigo
el suave ruido
de la brasa encendida
el lenguaje húmedo
anclado en la boca.

Un tambor anuncia
tu pulso
tu obscuro río.

Cerrados los ojos
te miro
me miro
honda ceniza soy
ahora.

(Carmen Matute)

Pintura: "El pescador y la sirena", Knut Ekvall 

viernes, 1 de noviembre de 2019

"DESEO", Carmen Matute


Aún deseo
mis antiguos tiempos
fetales,
en que fui pez
opalescente y ciego.
Mis tiempos de transparencias
líquidas
cuando la premonición
no se aglutinaba en mi garganta,
y el dolor
imponente me olvidaba.
Aún poseo
el dulce anhelo
del retorno al líquen,
al húmedo,
indefinible origen.

(Carmen Matute)

Pintura de Martin-Georg Oscity 

"CARTA AL AMANTE", Carmen Matute


Por recorrer tu piel a pedacitos
olvidé la piel agrietada
de la patria,
dejé de andar por sus caminos,
no llegué hasta sus aldeas,
ignoré el hambre y la violencia,
sumergida en un orgasmo inacabable.
Así me fui volviendo caracol.
Me fui volviendo tortuga,
oculta en las profundidades de su casa.
Vivía inútil, cantando
como la cigarra de la fábula.
Mi casa no tenía puertas ni ventanas.
Monumental, ¡el egoísmo me envolvía
en su crisálida!
Sin embargo, nuestro amor crecía.
Nuestro amor, que ha sido
un diálogo de años.
Un amarnos a besos,
a golpes a mordiscos.

(Carmen Matute)

Pintura: "Un momento de reflexión", Delphin Enjolras

"AUTORRETRATO", Carmen Matute


Mentira:
      el perfume
      la voz
      el encaje
      la mujer de plástico
      flor y ángel.

Verdad:
      esqueleto y piel
      angustia
      pensamiento
      eterna herida
                   inacabada.

(Carmen Matute)

Pintura de Camie Davis 

"A VECES HUYO...", Carmen Matute


A veces huyo
por intrincados caminos
construidos de palabras,
que me llevan
a los páramos de nadie.
Durante breves momentos
siendo este precario puente
hacia los otros,
con las palabras
que me crecen como ramas
en la boca,
y me sacan
de mi silueta
de animal desnudo.
Desde esta orilla solitaria
agito mis palabras mínimas
como banderas blancas
entregadas a un sueño,
y por algún tiempo
logro fugarme
en las palabras,
hermosas.

(Carmen Matute)

Pintura de Brandon Kralik

Mis poetas favoritos: CARMEN MATUTE

Carmen Matute es una escritora guatemalteca nacida el 7 de enero de 1944 en la capital de Guatemala. Egresada de la Universidad de San Carlos de Guatemala, esta autora se licenció en la carrera de Lengua y Literatura Hispanoamericana.

Más tarde se integró en la Academia Guatemalteca de la Lengua, la cual forma parte de la Asociación de Academias de Lengua Española.

De igual modo, formó parte de la Asociación de Mujeres Periodistas y Escritoras de Guatemala (AMPEG) y de la Junta Directiva del Aporte para la Descentralización de la Cultura (ADESCA)

También integró la Fundación Música y Juventud, el movimiento 4º Mundo y el ya disuelto Grupo Literario RIN-78.

Esta académica no solo ha escrito ocho libros de poesía, sino que también es la creadora de otros dos libros de narrativa, obras en las que es posible palpar de primera mano su versatilidad y su rico lenguaje retórico.

En su obra Para conjurar el sueño, el estilo de Carmen Matute sigue una tendencia de corte existencial. Matute intenta asumir una voz subjetiva, a través de la cual sus pensamientos de corte feminista pueden ser observables.

Su poesía presenta una seria preocupación por problemas sociales y políticos en los que su país se debatía en los años ochenta, además de dejar entrever ciertos aires colectivos relacionados con los problemas sociales. Matute también toca el tema erótico y lo lleva a una dimensión en la que lo vincula con la muerte, asumiendo un escepticismo con respecto al amor.

Su trabajo ha sido traducido a distintos idiomas, como el sueco, el inglés, el italiano y el francés.

Asimismo, sus poemas han formado parte de antologías publicadas en otros países, como Estados Unidos, España, Argentina, Colombia, Venezuela, Suecia, Italia, Francia y Costa Rica, entre otros. Esta autora ha publicado ocho libros de poesía:

domingo, 23 de junio de 2019

"CARRO DE ORO", Mayte Llera (Dalianegra)


Un carro
de oro,
de un amarillo infinito,
inmaculado en su metálica apariencia,
se lleva los despojos de la tarde.

La perspectiva se rinde al horizonte
diseminada en laxitudes,
y una vereda enlodada de crepúsculo
se descompone en los rituales
del fin y del principio.

Ningún minuto vivido es igual a otro,
aunque contengan
exacto número de segundos,
así las piedras se lavan en el llanto
por lo perdido,
por lo que renacerá bajo otras formas
apenas reconocibles,
pues nada vuelve,
aun cuando la muerte del árbol sea un lapso
y de él prenda la llama
que ilumine el camino.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Wharfedale” (1872), John Atkinson Grimshaw

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"OREMOS", Carmen Jodra Davó


Líbranos de la pena porque ella
destroza el corazón larvadamente
y trae sombra a los ojos de los niños.

Líbranos de la dicha porque a ella
le siguen siempre penas que la hacen
aún más amarga que las penas mismas.

Líbranos del dolor que nos reduce
a tristes bestias de ojos humillados
que sólo buscan un rincón caliente.

Líbranos del placer que nos obliga
a creer que este mundo es dulce y bueno
justo hasta que salimos del encanto.

Líbranos del mal hado y la pobreza
que nos azotan con mano invisible
hasta que maldecimos nuestros nombres.

Líbranos del buen hado y la abundancia
que vierten la ponzoña gris del tedio
en la copa de oro del cinismo.

(Carmen Jodra Davó)

Pintura: “Naturaleza muerta con copa dorada” (1635), Willem Claeszoon Heda

"FEMMES DAMNÉES", Carmen Jodra Davó


Muchacha, si te entregas a los cerdos,
merecerás morir en la matanza.
No sería en todo caso más horrible que la horrible,
cínica contradanza.

Pregúntate por qué has de estar debajo
si eres mejor que ellos.
Créeme, muchacha, la heteropatía
nunca fue un buen invento.

(Carmen Jodra Davó)

Pintura de Erika Gofton

"LA SOLEDAD, NO EL OCIO COMO DICEN...", Carmen Jodra Davó


La soledad, no el ocio como dicen,
es la madre del vicio.
Yo, para descender el precipicio,
aguardé hasta que nadie me mirara.

Al dejar que mis manos se deslicen
por la pared de roca,
cuido siempre que no haya ojo ni boca
que hable de mí ni pueda ver mi cara.

Lo que entonces no hice
fue sospechar que acaso,
invisible, miraba y sonreía

el mismo que hoy se dice:
"Ya dado el primer paso,
esta pobre muchacha será mía".

(Carmen Jodra Davó)

Pintura de Rebecca Guay

miércoles, 5 de junio de 2019

"SOLEDAD", Mayte Llera (Dalianegra)


Me enamoré
de la piel de la luna,
con su brillo
de escarcha,
de mármol frío; y
de la oscura noche
me enamoré también,
de sus callejones ciegos,
de sus altas torres 
con campanas sin tañidos.

Me enamoré
de unas flores
de cartón piedra y
de unos besos falsos y
de una falsa boca.

Me enamoré
de unos ojos sin lágrimas,
de un pecho sin corazón,
de un vientre sin vísceras.

La soledad me hizo ver amor
en un ser vacío.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Soledad" (1890), Frederic Leighton. Museo de Arte Maryhill, Washington

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"NO COMPRENDO. LA SED DEL AGUA FRÍA...", Carmen Jodra Davó


No comprendo. La sed del agua fría
se calma al tercer trago; la del vino,
otro tanto, y el paladar más fino
se cansa del manjar que requería.

El sueño acaba al empezar el día,
y la pereza al verse en el camino;
todo anhelo se va tal como vino
apenas toma lo que pretendía.

Y sin embargo hay una sed extraña
que mantiene sin fin toda su saña...
Quizá sean cosas de la adolescencia,

pero devoré anoche la manzana
y de nuevo me hallaba esta mañana
trémula toda de concupiscencia

(Carmen Jodra Davó)

Pintura: "Ninfa", Inna Tsukahina

"SERÁ UN CENTAURO, UN SER HERMAFRODITA...", Carmen Jodra Davó


Será un centauro, un ser hermafrodita,
el toro violador y la paloma,
con las mórbidas formas de una poma
y el escudo anguloso de un escita.

Será otro yo, y así, será exquisita
la unión. No dejaremos ni una coma
en donde estaba antes, y aun la Roma
de Nerón aparecerá marchita.

¿ "Noverat iam luxuriam..."? Las bacantes
serán vestales, y piadosas preces
sus gritos: ¡nadie gana a dos estetas!

Danzando sobre él con pies sangrantes,
quebraremos mil veces y mil veces
el cristal que cantaron los poetas.

(Carmen Jodra Davó)

Pintura: "Centauro" (2008), Luciano Spanó

Mis poetas favoritos: CARMEN JODRA DAVÓ

Carmen Jodra Davó fue una poeta española (Madrid 1980-2019). Fue licenciada en Filología Clásica por la Universidad Autónoma de Madrid y, hasta poco antes de su deceso, trabajó como bibliotecaria.

En 1999, con solo 18 años, obtuvo el XIV Premio Hiperión con su libro "Las moras agraces", con gran éxito de crítica y alcanzando seis reediciones en su primer año de venta. En 2004 publica un nuevo poemario: "Rincones sucios", que consiguió un accésit del XIX Premio Joaquín Benito de Lucas, convocado por el Ayuntamiento de Talavera de la Reina.

Durante los cursos 2004-2005 y 2005-2006 vivió en la Residencia de Estudiantes, gracias a una beca de creación otorgada por el Ayuntamiento de Madrid. 

Su poesía ha sido catalogada como "una voz de amplio registro y sorprendentes hallazgos, inscrita en el corazón de la tradición".

Falleció a los 39 años, el 24 de julio del 2019, a causa de un cáncer uterino diagnosticado pocos meses antes. 

lunes, 3 de junio de 2019

"PARA MAYTE DALIANEGRA CON MUCHO CARIÑO", Adelina R. S.


Mayte, tus letras se hacen líquidas en la memoria, corren por el papel empapándolo todo de belleza. Ellas llevan el sentimiento, tus sensaciones e ilusiones, la manera en que tu mirada va dando vida a todo lo que alcanza. Una mirada dulce y generosa, muy humana de una mujer valiente que lucha entre las horas.

Los días pasan con sus auxilios tacaños y en medio de las brumas y las neblinas de los sueños, tu mano generosa es proclive a repartir ternura y tiempo.

En un olimpo de dioses extraños tú eres la columna donde se sujeta la equidad. Diosa envuelta en gasas de delicadas palabras. Brisa limpia que se desliza entre los sueños.

(Adelina R. S.)

Pintura: "Mensaje", Victor Hagea

CLICK AQUÍ: en el blog de Adelina R. S. se puede disfrutar de la publicación original

jueves, 9 de mayo de 2019

"ANAÏS NIN", Mayte Llera (Dalianegra)


Un iceberg
—de mayor envergadura 
que aquel que envió al Titanic
a las fosas submarinas—
navegó a la deriva por tu seno 
expuesto al raso.

La miel de los once años
y aprender a vivir sin él,
y alcanzar los magisterios
de la carne y de la tinta.

La Habana,
París, 
Nueva York,
California…

Anaïs y  Hugh,
Anaïs y Henry, 
Henry y June,
June y Anaïs,
Anaïs y Padre,
Anaïs y Rupert…

Dueña de tu vida
y de tus letras —sin par Electra—,
tu orfandad de amor
solo tuvo una cerradura.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Fotografía: retrato de Anaïs Nin

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"CONCÉDEME ESOS CIELOS, ESOS MUNDOS DORMIDOS", Idea Vilariño


Concédeme esos cielos, esos mundos dormidos,
el peso del silencio, ese arco, ese abandono,
enciéndeme las manos,
ahóndame la vida
con la dádiva dulce que te pido.

Dame la luz sombría, apasionada y firme
de esos cielos lejanos, la armonía
de esos mundos sellados,
dame el límite mudo, el detenido
contorno de esas lunas de sombra,
su contenido canto.

Tú, el negado, da todo,
tú, el poderoso, pide,
tú, el silencioso, dame la dádiva dulcísima
de esa miel inmediata y sin sentido.

(Idea Vilariño)

Pintura de Carl Lundgren  

"BUSCAMOS", Idea Vilariño


Buscamos
cada noche
con esfuerzo
entre tierras pesadas y asfixiantes
ese liviano pájaro de luz
que arde y se nos escapa
en un gemido.

(Idea Vilariño)

Pintura de Arsen Kurbanov  

viernes, 3 de mayo de 2019

"LLEGAS", Mayte Llera (Dalianegra)


Llegas 
con tu velo de noche enmohecida,
con tu daga afilada con embustes,
a cobrarte una venganza
que a mí me pertenece.

Llegas 
con la mirada despojada de brillo,
con la mortaja muda de tu miseria,
a quemar la cosecha  
que sembraron mis manos.

Tras los barrotes de tu frío semblante
crecen matorrales y sombras,
las mismas tinieblas
que me cercaron entonces.

Pero ya nada es igual,
mis pies recorrieron los páramos
envueltos en sangre 
—huyendo furtivos
de su bautismo de brasas—
y alcanzaron la escarcha que suturó 
sus heridas.

Ya nada es igual,
puedo desarmarte
y condenarte al destierro
de las calles solitarias
y de las canciones monocordes 
de sílabas roídas

y, finalmente, dejarte sin aire
y apagarte
y esparcir tus cenizas.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura de Manuel Núñez

© clq4c0nBJ0QXROJS

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"CUANDO COMPRE UN ESPEJO PARA EL BAÑO", Idea Vilariño


Cuando compre un espejo para el baño
voy a verme la cara
voy a verme
pues qué otra manera hay decíme
qué otra manera de saber quién soy.
Cada vez que desprenda la cabeza
del fárrago de libros y de hojas
y que la lleve hueca atiborrada
y la deje en reposo allí un momento
la miraré a los ojos con un poco
de ansiedad de curiosidad de miedo
o sólo con cansancio con hastío
con la vieja amistad correspondiente
o atenta y seriamente mirarme
como esa extraña vez —mis once años—
y me diré mirá ahí estás
seguro
pensaré no me gusta o pensaré
que esa cara fue la única posible
y me diré esa soy yo ésa es idea
y le sonreiré dándome ánimos.

(Idea Vilariño)

Pintura: "A passing glance",  P. Anshutz (1851-1912) 

"COMPARACIÓN", Idea Vilariño



Como en la playa virgen
dobla el viento
el leve junco verde
que dibuja
un delicado círculo en la arena
así en mí
tu recuerdo.

(Idea Vilariño)

Pintura de Michael Whelan

Mis poetas favoritos: IDEA VILARIÑO

Idea Vilariño (Montevideo, 1920 - 2009) fue una poeta, ensayista y crítica literaria uruguaya perteneciente al grupo de escritores denominado Generación del 45. Dentro de sus facetas menos conocidas se encuentran la de traductora, compositora y docente.  

Su poesía recibe un doble —y complementario— impulso de creación: de un lado la muerte y, de otro, el amor. De su obra destacan La suplicante (1945), Paraíso perdido (1949) y Nocturnos (1955; edición aumentada en 1976). Tras su recopilación Poesía (1970), publicó, con prólogo de Mario Benedetti, Poesías de amor (1972). De su labor crítica destaca Las letras de tango (1965).

Profesora y catedrática de letras, Idea Vilariño fundó junto a Manuel Claps y Emir Rodríguez Monegal la revista Número, que dirigió entre 1949 y 1955, y escribió trabajos especializados sobre la poesía de Antonio Machado, Julio Herrera y Reissig y otros. Ejerció asimismo la crítica literaria en revistas nacionales y extranjeras, como Clinamen, Marcha y Brecha, entre las primeras; y Plural, Texto Crítico y Casa de las Américas entre las segundas.

sábado, 6 de abril de 2019

"GENGIS KHAN", Mayte Llera (Dalianegra)


En la cresta de la loma
el zorro y el lobo concurren
bajo la fiera custodia del águila.

Atrás dejas
el calor de la yurta
y hacia allí cabalgas, Temuyín,
descendiente del antiguo linaje
del ciervo rojo.

El sol enhebra su espiga de oro
en el eterno cielo azul
que cobija
tus innúmeras hordas
y, cuando las sombras embozan la estepa,
duermes sobre tu pequeña montura
con el carcaj lleno de estrellas.


(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura de Wang Long Sheng


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viernes, 5 de abril de 2019

"LAS FALDAS DE MI TIENDA", Javier Reverte


He de añorar, hasta la hora de mi muerte,
una manta en el suelo,
en soledad, bajo la falda de mi tienda,
soñando una mujer que, tendida a mi lado,
pinte una risa alegre entre sus labios
y admire, como las madres justas y burlonas,
la torpeza infantil de mis hazañas.
Y que luego me abrace y me divierta
como saben hacerlo las hembras descaradas.

Más allá de mi tienda, quiero sentir el pulso
de la montaña vieja que guarda mis espaldas
y notar en mi vientre el viento silbador
que levanta las faldas de mi tienda.

Y escuchar el quejido del búho
y la tos del chacal
los pasos tenebrosos de la noche
donde no somos nada o quizás somos todo.

Pues la noche es angustias,
recuerdo de tus muertos, dolor de tus fracasos.
Pero es ansia también de orgullos necesarios,
la altivez de tu casta y el trono del valor.

Anhelo ese instante íntimo del miedo,
en soledad,
cuando busco coraje donde sólo hay abismo,
donde me crezco hombre
mientras aúlla el viento bajo el cielo de piedra
y levanta las faldas de mi tienda.
Noches al fin y al cabo,
noches que nos dominan, las noches victoriosas,
noches que se detienen desde el final del tiempo,
noches que nunca engañan,
noches en duermevela en las que a nadie debes
y nadie, al mismo tiempo, a ti te deba nada.

Y gime el ”haboob”, lúbrico:
trae lamentos lascivos,
susurros sin palabras
que levantan las faldas pudorosas de mi tienda
y me dejan desnudo bajo la noche brava.

(Javier Reverte)

Pintura: "Beduinos del desierto", Eugene Alexis Girardet 

"ELEGÍA A MI PADRE", Javier Reverte


I
No he aceptado que has muerto, viejo tunante.
Y me queda el consuelo del sueño de las siestas:
que te has ido de viaje y pronto estás de vuelta.

¡Ay, cara de niño pícaro al mirar de soslayo!
Como si lo supieras todo,
sabiendo que sabías
que nadie sabe nada.

Siempre sueño, en la tarde,
que apareces de pronto
sin advertirlo a nadie,
cargado de sonrisas,
con tu mirada de oro
y con tu voz que brota
como surgía el agua de mi infancia
cuando estaba a tu lado
buscando mariposas, truchas y lagartijas,
a la orilla de un río,
al pie del Guadarrama:
aquellos riachuelos perdidos en la sierra,
cumbres de blanco y negro en posguerras de hambre
que tu hacías alegres.

Creías en los niños, sólo en ellos.
Y ellos te admiraban.
Asomaban de pronto,
a todos nos besabas:
el primer beso, el mío,
lo digo con orgullo.
Y cantando, cantando a toda hora.

II
Jamás el mundo alcanzó a ser tan cálido
como los días en que tú lo habitabas.
¡Oh, padre mío! Veladas luminosas,
canciones sin sentido, tus miradas de seda
jugando con los niños.

¡Ah, gran tunante!
Esa sonrisa tuya, invulnerable.
Hace ya veinte años que no estás a mi lado
y el mundo me parece una fiera crecida
en ausencia de risas y alegría.
Si te llegó la muerte a su debido tiempo,
a los ochenta años,
a mí me pareció que era muy pronto,
pues ocultabas un niño divertido y gamberro
debajo de la plata de tu pelo.

¡Oh, padre de mi carne! Bondad suprema
en tu mirada de dulces ironías,
en tus dedos que acariciaban,
como un río de miel, el envés de mi mano
muy pocos días antes de tu marcha.

Se me secó la vida aquella tarde
al ver cruzar, sobre tus ojos,
el brillo conocido de la vieja guadaña.
Y supe que los niños envejecen muy pronto
y que vivir es comprender muy tarde, tan tarde ya,
tan siempre tarde.

Con qué velocidad crecen los niños,
con cuánta prontitud mueren los viejos,
cuánta lágrima aguarda
detrás de todo nacimiento.

¡Oh, padre mìo! Morías sin dejar de ser un niño
y yo era todavía, a mis cincuenta años,
el proyecto de un hombre.

Era abril, el engañoso mes
que promete una vida y que no cumple,
el mes más cruel de los poetas.

Las calles se abrieron a mi paso
como valles inmensos surcados por ríos de tristeza
y los silbos de los mirlos en celo
parecían los graznidos de miríadas de cuervos.

Pues tú te habías ido y me quedaba solo.
¡Ah, padre de mi carne!
Esa voz cantarina que aún puedo percibir
cuando cierro los ojos:
con su sonido a manantial de sierra.

(Javier Reverte)

Pintura: "El viejo comerciante", Charles Spencelayh

jueves, 3 de enero de 2019

"EL NIÑO AMAESTRADO", Rosana Acquaroni


Miraba sus piececitos tapiados
como tallados litorales.
Huir de la tiranía de sus pasos
le haría bien.
Palabras
    Descalzándose
            Sin tiempo.

(Rosana Acquaroni)

Pintura: "Ilusiones" (1901), Henry Brown Fuller

"NO DIGO NO SI QUIERO DECIR SÍ", Mayte Llera (Dalianegra)


No digo no
si quiero decir sí,
porque cuando digo no
se cierran los portones de mis labios
y el puente levadizo de mi lengua,
y una torre almenada
se erige sobre el solar
de mi boca.

Allí, la palabra aguerrida
—hincando su rodilla—
es hábil ballestera.

Allí, en ese perol carnal,
hierve el aceite
que será mortal cascada
vertiéndose matacanes abajo,

y no hay catapulta ni almajaneque
que derriben mis muros,
ni ariete que me cambie el adverbio.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “La bella dama sin piedad” (1901), Frank Dicksee

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"TRÓPICO DE CARNE", Javier Reverte


Entretanto, el signo de la carne,
de la fruta y del tiempo,
el de las estaciones y de los ritos milenarios.
La seña que templó la música
y alzó la poesía desde la hondura de las vísceras.
Los guiños del amor
y los de la ternura.
Las certezas de la amistad.
Admiro el pecho recio de los antiguos héroes,
su fe en la nada,
su estéril valentía.

(Javier Reverte)

Pintura: "Le delizie infrante", Roberto Ferri

Mis poetas favoritos: JAVIER REVERTE

Javier Reverte (Javier Martínez Reverte), nacido en Madrid en 1944 y fallecido, también en Madrid, el 31 de octubre de 2020, es un escritor, viajero y periodista español. Es hermano del también escritor y periodista Jorge M. Reverte (n. 1948) y es hijo del periodista Jesús Martínez Tessier. 

Estudió filosofía y periodismo. Ejerció como periodista durante casi 30 años, trabajando como corresponsal de prensa en Londres (1971-1973), París (1973-1977) y Lisboa (1978) y como enviado especial en numerosos países de todo el mundo. También ha ejercido como articulista, cronista político, entrevistador, editorialista, redactor-jefe de mesa, reportero del programa "En portada" de TVE y subdirector del desaparecido diario "Pueblo". 

Atraído desde siempre por la creación literaria, ha trabajado como guionista de radio y televisión y ha escrito novelas, poemarios y libros de viajes. 

Viajero incansable,Reverte ha cosechado un gran éxito de ventas con sus libros de viajes, y, en particular, con su Trilogía de África (formada por El sueño de África, Vagabundo en África y Los caminos perdidos de África) en la que combina sus experiencias directas con referencias históricas sobre las tierras que visita, explicando a través del pasado la situación del presente, o traza paralelismos con las vivencias de otros escritores que pasaron por el mismo lugar, como Joseph Conrad con su libro El corazón de las tinieblas. Este éxito le ha permitido lograr su vieja aspiración de dedicarse por completo a la literatura, reservando sus escritos periodísticos a colaboraciones puntuales con diversos medios, sobre todo para escribir sobre asuntos viajeros. 

Sus libros de viajes se caracterizan por aproximar al lector con naturalidad y ternura a los paisajes, rostros e historias que el Reverte viajero encuentra en el camino, mezclándolos con profusas notas históricas, que persiguen colocar al lector en el contexto adecuado, y con puntuales reflexiones filosóficas y políticas. 

Además de la Trilogía africana, Reverte ha publicado otras obras de notable éxito, como la Trilogía de Centroamérica, tres novelas que transcurren en Nicaragua, Guatemala y Honduras; las novelas Todos los sueños del mundo o La noche detenida; los libros de viajes El corazón de Ulises (ambientado en Grecia, Turquía y Egipto) y El río de la desolación (acerca de un viaje por el Amazonas que estuvo a punto de costarle la vida debido a la malaria); los poemarios Metrópoli y El volcán herido; y ensayos históricos como Dios, el diablo y la aventura, centrado en la figura de Pedro Páez, misionero jesuita en Etiopía durante el siglo XVII. 

Su obra La aventura de viajar: Historias de viajes extraordinarias (2006) es un libro ecléctico donde narra su vida como viajero, desde las excursiones infantiles, pasando por las crónicas de guerra que le llevaron por todo el mundo, hasta sus vivencias como mochilero, que le han llevado a conocer lugares inhóspitos y alejados de nuestro mundo occidental. 

Tres años más tarde publicará El río de la luz su viaje por Alaska y Canadá, donde sigue la senda de la fiebre del oro y las peripecias de autores como Jack London. 

En En mares salvajes. Un viaje al Ártico, publicada en 2011, describe su viaje a través del Paso del Noroeste, la ruta marítima del norte canadiense que une el océano Atlántico con el Pacífico a través de aguas árticas. 

En abril de 2014 publica Canta Irlanda. Un viaje por la Isla Esmeralda, en el que narra con pasión el viaje que hizo por Irlanda siguiendo, fundamentalmente, los lugares señalados en la biografía de los grandes literatos irlandeses y de algún que otro mito juvenil del autor. Como en otros libros, recoge sus impresiones sobre la gentes del país y recorre la historia y leyendas de la isla, utilizando en este caso, como apoyo, la letra de canciones populares irlandesas. Añade, también, los hechos históricos que vivió de primera mano, como periodista, durante los viajes que hizo a Irlanda del Norte. 

Javier Reverte falleció en Madrid el 31 de octubre de 2020, a los 76 años de edad.