jueves, 21 de diciembre de 2023

"DOS DÍAS", Mayte Llera (Dalianegra)

Hay dos días,
los dos 
son días únicos, singulares;
uno abre la puerta
y el otro la cierra.

Hay dos días,
los dos 
son días de llanto;
sin embargo, uno 
es gorjeo de alondra,
mientras que el otro 
es graznido de cuervo.

Hay dos días,
los dos
son días supremos, trascendentales;
sin embargo
—como dos cuencas vacías, sin ojos—,
ninguno de los dos
retornará a nuestra memoria.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "El hallazgo de Moisés" (1656), Giovanni Francesco Romanelli

Copyrighted.com Registered & Protected

Música: "Una furtiva lagrima", Luciano Pavarotti

martes, 19 de diciembre de 2023

"TUS OJOS", Mayte Llera (Dalianegra)

Tus ojos
son el mar callado
al que han venido los míos
a fondear,
luz y sombra,
arena de oro
y océano abisal.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Autorretrato" (1897), Félix Vallotton

Copyrighted.com Registered & Protected

Música: "Open your eyes", Alter Bridge

domingo, 12 de noviembre de 2023

"LA HOGUERA", Mayte Llera (Dalianegra)


La hoguera vibra,
se mueve,
danzan sus llamas y pavesas
al compás de una música 
compuesta por el azar.

La hoguera arde
ebria de oxígeno,
se emborracha con el aire
mientras la leña alimenta sus pies,
perdurando hasta la agonía de sus rescoldos.

Después
—como en la vida—, 
solo quedan cenizas y humo.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "El gran incendio de Roma" (1785), Hubert Robert. Musee des Beaux-Arts Andre Malraux,  Le Havre, Francia

Música: Danza ritual del fuego (El Amor Brujo), de Manuel de Falla. Chicago Symphony Orchestra, dirigida por Daniel Barenboim


Copyrighted.com Registered & Protected

"AUTOQUIROMANCIA", Miguel Ángel Asturias


Leo en la palma de mi mano, 
Patria, tu dulce geografía. 
Sube la línea de mi vida 
con trazo igual a tus volcanes 
y luego baja como línea 
de corazón hasta mis dedos. 
Mis manos son tu superficie, 
la estampa viva de tu tacto. 
Mapa con montes, montes, montes, 
los llamaré Cuchumatanes, 
como esas cumbres que el zafiro 
del Mar del Sur ve de turquesa. 
El Tacaná, dedo gigante, 
guarde la entrada del asombro 
donde el maíz se vuelve grano 
ya comestible para el hombre, 
cereal humano de tu carne. 
El monte claro de la luna 
es en tu mano lago abuelo 
con doce templos a la orilla. 
De allí partió tu pueblo niño 
—modela, pinta, esculpe, teje—
a la conquista de la aurora. 
Polvo de luz en la tiniebla, 
línea del sol en la canora 
carne del cuenco de mi mano, 
caracol hondo en que palpitan 
atlantes ríos acolchados 
y otros más rápidos, suicidas. 
Oigo pegando mis oídos 
al mapa vivo de tu suelo 
que llevo aquí, aquí en las manos, 
repicar todas tus campanas, 
parpadear todas tus estrellas. 
Al desposarme con mi tierra 
haced, amigos, mi sortija 
con la luciérnaga más sola. 

(Miguel Ángel Asturias)

Pintura: "Sangre valiente", Greg Overton

"HABLA EL GRAN LENGUA", Miguel Ángel Asturias


Ceñimos las diademas del fuego, 
las diademas del hombre, 
para defender nuestra heredad, 
el patrio elemento terrenal 
sin tráfago de dueños; 
tenemos las llaves del futuro 
donde comienza el tiempo 
y el cielo que atraviesa 
el caminante de las sandalias de oro. 

Vestimos nuestro plumaje, orlamos 
nuestros pechos de acolchado silencio 
con la flor heroica, candente, 
y empezamos a batallar en las montañas, 
en los campos, 
en la ordenación de los telares, 
de las palabras conjugadas con rocío, 
de las herramientas bañadas de sudor, 
de los candelarios de turquesa y jade, 
petrificados en las escalinatas de los vertederos 
de silencio lunar. 
Tuvimos la mañana en el pecho. 
Los ojos de las mujeres de senos en yunta 
vieron amanecer entre criaturas 
y amamantó a los hijos la leche tributaria 
del bien y la alegría. 
Tuvimos la mañana en las manos. 
Tuvimos la mañana en la frente. 
Y nadie avanzó allá de las pestañas del mar, 
espumosas, salobres, 
y nadie alteró el ritmo de su paso. 
Las cabezas movíanse en redor de los cuellos, 
al inclinarse para la reverencia, alzarse para andar 
erguidas o volverse de un lado a otro: ¿Cuántas cabezas? 

La selva las contaba. Cuantas cabezas firmes 
en los cuellos, en los hombros, el tórax, 
las piernas, las pantorrillas, los tobillos 
y el lenguaje de los dedos de los pies 
de la raza que sosegó caminos. 
Una gran asamblea. 
Agua nacida de las rocas, los ojos en las caras. 
Grandes o pequeñas gotas de agua, las pupilas, 
en las caras de piel lisa, fresca, 
pulida por el viento, húmedo lunar. 
Veían. Hablaban. Inexistentes y existentes. 
Su presencia era el hablar y el callar. 
Las manos en balanzas de antebrazos con brazaletes 
que pesaban el dicho del sabio, 
daban alas a la elocuencia del vidente 
y se abrían y cerraban, como hojas de adormidera 
en los antebrazos dolidos del extático, 
quietud que rompió el Gran Lengua, 
al que seguían las luciérnagas 
entre la luz y el sueño, las joyas, el colibrí, 
la pelambre graciosa de la mazorca de maíz verde, 
la cárcel de los tatuajes 
y las pieles de venadas que lo hacían distante.

(Miguel Ángel Asturias)

Pintura de Stevon Lucero 

jueves, 14 de septiembre de 2023

"DICEN DE TI", Mayte Llera (Dalianegra)


Dicen de ti 
que eres morada de ladrones, 
hogar de asesinos, 
que bajo tu capa 
escondes una guadaña.

También dicen 
que sobre tus palmas 
duermen los niños, 
que en tu oscuro atrio 
se cantan nanas. 

Siempre dicen 
que bajo tu luna, 
los poetas
escriben versos 
de enamorados.

También dicen de ti, 
noche azulada, 
que a los amantes velas 
mientras se aman 
entre las sábanas.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: "Un efecto de luna" (1897), óleo sobre lienzo de Guillermo Gómez Gil. Museo del Prado, Madrid

Música: "Into the night", Carlos Santana & Chad Kroeger 


Copyrighted.com Registered & Protected

miércoles, 13 de septiembre de 2023

"FRUTO", Jean Cocteau


Un farol dominguero
madurado por el viento
puede incendiar las ramas.
Debe recogerse antes.

(Jean Cocteau)

Pintura: "L'Empire des lumières" (El imperio de las luces), óleo sobre lienzo de René Magritte (1954). Museo Guggenheim de Venecia 

"UN AMIGO DUERME", Jean Cocteau


Tus manos por las sábanas eran mis hojas muertas. Mi otoño era un amor por tu verano.
El viento del recuerdo resonaba en las puertas de lugares que nunca visitáramos.

Permití la mentira de tu sueño egoísta allá donde tus pasos borra el sueño. Crees estar donde estás.
Qué triste nos resulta estar donde no estamos, así siempre.

Tú vivías hundido dentro de otro tú mismo, abstraído a tal punto de tu cuerpo que eras como de piedra.
Duro para el que ama es tener un retrato solamente.

Inmóvil, desvelado, yo visitaba estancias a las que nunca ya retornaremos.
Corría como un loco sin remover los miembros: el mentón apoyado sobre el puño.

Y, cuando regresaba de esa carrera inerte, te encontraba aburrido, con los ojos cerrados,
con tu aliento y con tu enorme mano abiertos, y tu boca rebosante de noche...

(Jean Cocteau)

Pintura: "Il pensiero è silenzioso" (1984), óleo sobre lienzo de Carlo Maria Mariani (Roma 1931)

Mis poetas favoritos: JEAN COCTEAU

 


Jean Cocteau, nacido como Jean Maurice Eugène Clément Cocteau (5 de julio de 1889 - 11 de octubre de 1963) fue un poeta francés, dramaturgo, novelista, diseñador, cineasta, artista visual y crítico. Fue uno de los principales creadores de los movimientos surrealista, vanguardista y dadaísta; y una de las figuras más influyentes en el arte de principios del siglo XX en su conjunto.  El National Observer sugirió que, “de la generación artística cuya audacia dio origen al arte del siglo XX, Cocteau estuvo más cerca de ser un hombre del Renacimiento”.  

Es mejor conocido por sus novelas Le Grand Écart (1923), Le Livre blanc (1928) y Les Enfants Terribles (1929); las obras de teatro La voz humana (1930), La máquina infernal (1934), Los padres terribles (1938), La máquina de escribir (1941) y El águila bicéfala (1946); y las películas La sangre de un poeta (1930), Los padres terribles (1948), La bella y la bestia (1946), Orfeo (1950) y El testamento de Orfeo (1960), que junto a La sangre de un poeta y Orfeo, constituyen la llamada Trilogía Órfica . AllMovie lo describió como "uno de los cineastas más exitosos e influyentes de la vanguardia ".  Cocteau, según Annette Insdorf , “dejó atrás un cuerpo de trabajo sin igual por su variedad de expresión artística”.  

Aunque su obra abarcó muchos medios diferentes, Cocteau insistió en llamarse a sí mismo poeta, clasificando la gran variedad de sus obras (poemas, novelas, obras de teatro, ensayos, dibujos, películas) como "poésie", "poésie de roman", " poésie de thêatre", "poésie critique", "poésie graphique" y "poésie cinématographique". 

Cocteau nació en Maisons-Laffitte, Yvelines, una ciudad cerca de París, de Georges Cocteau y su esposa, Eugénie Lecomte; una familia parisina socialmente prominente. Su padre, abogado y pintor aficionado, se suicidó cuando Cocteau tenía nueve años. De 1900 a 1904, Cocteau asistió al Lycée Condorcet, donde conoció e inició una relación con su compañero de escuela Pierre Dargelos, quien reaparecería a lo largo de su obra. Se fue de casa a los quince años y publicó su primer volumen de poemas, La lámpara de Aladino, a los diecinueve. Jean Cocteau pronto se hizo conocido en los círculos artísticos bohemios  como "El príncipe frívolo", que fue el título de un volumen que publicó a los veintidós años. Edith Wharton lo describió como un hombre "para quien cada gran línea de poesía era un amanecer y cada puesta de sol, la fundación de la Ciudad Celestial".

A los veinte años, Cocteau se asoció con los escritores Marcel Proust, André Gide y Maurice Barrès. En 1912, colaboró con Léon Bakst en Le Dieu bleu para los Ballets Russes; los bailarines principales fueron Tamara Karsavina y Vaslav Nijinsky . Durante la Primera Guerra Mundial, Cocteau sirvió en la Cruz Roja como conductor de ambulancia. Este fue el período en el que conoció al poeta Guillaume Apollinaire, los artistas Pablo Picasso y Amedeo Modigliani, así como a muchos otros escritores y artistas con los que más tarde colaboró. El empresario ruso Sergei Diaghilev persuadió a Cocteau para que escribiera un escenario para un ballet, lo que resultó en Parade en 1917. Fue producido por Diaghilev, con escenografía de Picasso, libreto de Apollinaire y música de Erik Satie . "Si no hubiera sido por Apollinaire en uniforme", escribió Cocteau, "con el cráneo afeitado, la cicatriz en la sien y el vendaje alrededor de la cabeza, las mujeres nos habrían sacado los ojos con horquillas".

martes, 12 de septiembre de 2023

"PLENITUD", Victor Hugo


Puesto que apliqué mis labios a tu copa llena aún,
y puse entre tus manos mi pálida frente;
puesto que alguna vez pude respirar el dulce aliento
de tu alma, perfume escondido en la sombra.

Puesto que me fue concedido escuchar de ti
las palabras en que se derrama el corazón misterioso;
ya que he visto llorar, ya que he visto sonreír,
tu boca sobre mi boca, tus ojos en mis ojos.

Ya que he visto brillar sobre mi cabeza ilusionada
un rayo de tu estrella, ¡ay!, siempre velada.
Ya que he visto caer en las ondas de mi vida
un pétalo de rosa arrancado a tus días,

puedo decir ahora a los veloces años:
¡Pasad! ¡Seguid pasando! ¡Yo no envejeceré más!
Idos todos con todas nuestras flores marchitas,
tengo en mi álbum una flor que nadie puede cortar.

vuestras alas, al rozarlo, no podrán derramar
el vaso en que ahora bebo y que tengo bien lleno.
Mi alma tiene más fuego que vosotros ceniza.
Mi corazón tiene más amor que vosotros olvido.

(Victor Hugo)

Pintura: "Silver" (1886), óleo sobre lienzo de Albert Joseph Moore. Colección privada

domingo, 1 de enero de 2023

"ILUSIÓN Y ESPERANZA", Mayte Llera (Dalianegra)


No todas las palabras
suenan del mismo modo,
algunas como playa, ola, verano,
arena, palmeral, vergel, oasis,
son refrescante jugo de papaya
y tienen la dulzura de los dátiles.

Las hay con suavidad de terciopelo,
de ojos tiernos de niño descubriendo
entre las bagatelas maravillas.

Otras son redentoras como rosas,
clavando las espinas de sus tallos
para besar después la carne herida
con sus labios de pétalos fragantes.

Sin embargo, no todas las palabras
mantienen su brillante pulimento,
algunas se enmohecen con el tiempo
y padecen herrumbres permanentes;

si bien hay excepciones que florecen
y son lirios bebiendo la belleza
debajo de las costras oxidadas.

Ilusión y esperanza
son dos de esas palabras.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “La caja de Pandora”, John William Waterhouse

Safe Creative #1202281214599