miércoles, 26 de febrero de 2014

"VOY A DARLE RIENDA SUELTA A LA VIDA", Mayte Dalianegra


Voy a darle rienda suelta
a la vida.

Caminar por los senderos
que tus labios trazaron
en la taza de café
de un desayuno compartido.

Acariciar la efervescencia
de las olas
de un mar imaginado
en las palmas de tus manos.

Sentir los pies
descalzos
pisando la arena blanca
—como de harina—
de esa luna que a los dos
nos ilumina desde la distancia
infinita.

Voy a darle rienda suelta
a la vida.

Y perder la compostura,
y perder el orden de ese cosmos
que a fuerza de costumbre
también se nos enquista.

Sentirme flor de loto
renaciendo en alguna cultura exótica,
ascendiendo a los templos
que nuestros ojos
visitaron en un catálogo de viajes
que probablemente no realizaremos.

Voy a darle rienda suelta
a la vida.

Y soltarme la melena
como una Lady Godiva sin caballo
ni recato,
con la sonrisa que imponen
las vistas, en una foto,
del “Jardín de las Delicias”.

Voy a darle rienda suelta
a la vida,
porque las flores como yo,
aun cuando oscuras,
nunca se marchitan.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Lady Godiva” (1897), John Collier. Herbert Art Gallery and Museum and Coventry History Centre. UK

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Música: "Zombie", The Cramberries.

"EN EL PRINCIPIO FUE EL NÚMERO", Dolors Alberola

Creárase la soledad,
el doble de ella misma,
e incluso el triple y llegárase al siete de la nota,
al lugar del descanso, al punto geométrico,
al triángulo exacto de la transmigración perenne
-el alma que se escapa entre los brazos quietos
y el triángulo -viejo- con sus catetos rotos-.
Y de nuevo hacia el uno,
hacia la sola agua. Consonancia perfecta
el uno con el dos y cada nota, fija, en esa vibración,
exactamente el doble en las octavas altas.
Creárase la soledad, el infinito nunca de la música,
el punto equidistante entre la nada.
La piel del hombre, un árbol.
En su interior, lo solo y el dos y el tres en su costado
y el cuatro y nuevamente el cinco con sus dedos correctos
y el seis (como de hombre) y el siete del retorno.
El ser, así, girando en desmesura, como un sonido ciego
y un estuche, desnudo en cada muerte.

Pitágoras
Metaponte, h. 500 a.C.


Dolors Alberola.

Pintura de Fabio D'Aroma.

"HUBIERA SIDO WAGNER", Dolors Alberola

A mi padre muerto
 
como si hubiese dicho sólo:
Lázaro, sal fuera,
y nos volvimos luego, ya caída la tarde...


José Ángel Valente


Hubiera sido Wagner
cerrara bien los ojos
parecieran las manos
cristal almidonado u oro puro.
Su cuerpo se extendiera desde el marfil al frío
lentamente.
Estallara su boca como una rosa a fuego
lentamente.
Su voz como otra voz en el silencio fúnebre.
Hubiera sido Wagner.
Hubiera sido él
de no ser porque nada llegara a despertarle.
Hubiera sido así
pero asimismo no era sino una ausencia exacta.
Hubiérase parado mirándome y un beso
perfilara en mi sien aún lentamente.
Extendióse una caja
y no logró escapar de aquellas lindes.
Su párpado era voz,
el frío de su piel llameaba la vida.
Era su cara un día de otoños imprevistos.
Yo le llamaba aún:
Padre eh padre Juan
invencible despierta.
Me alargaran la mano
detrás de alguna infancia de cristales punzantes.
Recordé viejas horas,
calendarios de miedo
anidaban sus ojos tal vez más polvorientos.
Me alargaran la mano y esa ausencia
se aferrara a mi sangre.
Padre eh padre Juan
entrañable despierta.

La caja fríamente le cerrara las puertas.

Dolors Alberola.

Pintura: "Un servicio funeral en las tierras altas" (1881), James Guthrie. Kelvingrove Art Gallery and Museum (Glasgow, United Kingdom).

Mis poetas favoritos: DOLORS ALBEROLA

Dolors Alberola es una poeta española. Nació en Sueca (Valencia), el 14 de enero de 1952. Pasa toda su infancia junto al Mediterráneo, que ha influido en su vida y en su poesía. Cursa en la capital estudios de Medicina, que abandona para obtener el título de Procurador de los Tribunales, siendo la primera mujer de aquella comunidad que ejerció dicha profesión.

Desde finales de los setenta reside en Andalucía, donde ha trabajado como periodista. Vive actualmente en Jerez de la Frontera, dedicada de pleno a la literatura.

En 2006 se casa con el también poeta (recientemente fallecido), Domingo F. Faílde.

domingo, 16 de febrero de 2014

"ADVERSIDAD", Mayte Dalianegra

No sé si gratificar
con sonrisas y parabienes
las lanzas rotas,
porque alguna,
de serlo,
más que óbolo altruista,
semeja ser talión en justa por bagatela
desgajada de mi memoria.

No sé si agradecer
o condenar,
si debo escuchar voces sin nombre,
yo, que solo tenía oídos
para mi propia voz interna,
para mis sentimientos,
para mis alegrías y mis duelos;
yo, que me bastaba conmigo misma y sola,
con discernir mis propias certidumbres,
mi propio aliento;
yo, que era obediente
solo al dictado de mis principios,
que no aceptaba imposiciones
ni injerencias
de pensamiento, palabra u obra.

No sé si retribuir o reprobar,
pues ignoro la naturaleza
de lo velado.
Prefiero continuar estableciendo
mi amparo al abrigo
de lo foráneo,
dirigiendo firme mis pasos,
sin que el temor me anide en las huellas.

La adversidad es la estación
de floración de mi especie.

(Mayte  Llera, Dalianegra)

Pintura: "La joven de las dalias", Vladimir Dimitrov
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Música: An end has a start, Editors

"LA BIBLIOTECA DE BEARDSLEY", Domingo F. Faílde

Si cierro la ventana, si la helada penumbra
enciendo de esta estancia, el otoño,
la quejumbre amarilla de la tarde, la dulce
llovizna con que acaso
trenza su vals la luz,
quedarán a la puerta, seguirán a la puerta,
aguardando
el discurrir monótono de la eternidad,
mientras aquí desfilan
mares, islas, ensueños,
huyendo de las doce campanadas
que saltan del reloj.

Mas dónde, sin embargo, la languidez del tiempo
esconde su pañuelo. Pues la niebla,
que ya empieza a espesarse, va invadiendo
también este aposento donde el silencio huele
a pergamino y moho (sobre la mesa,
se ha desmayado un libro, frío como ese búcaro
en cuyo vientre el sol palidecía).

Yo no sé dónde suena
el clavecín del viento
ni, en otro orden de cosas, si, a lo lejos,
Elgar,
fastuosamente,
enciende los faroles del crepúsculo,
es decir,
la tristeza,
que en su carroza alada
viene a cenar conmigo como todas las tardes.

Aunque a estas alturas,
no sé si este pendón me ama o tan sólo
quiere jugar al bridge.

Domingo F. Faílde.

Pintura de Mark Cummings.

"EPIGRAMA", Domingo F. Faílde

Confiabas, necio, en la posteridad,
y al juicio de la historia
legabas tus minutos. Al trueque del futuro
inmolaste el presente, renunciando
a la gozosa potestad del acto, al impagable
deleite de morir en cada gesto.
La sentencia del tiempo
no mostrará mayor benevolencia.
Mas ahora eres viejo y no es posible
reescribir el pasado ni te queda una página,
un último minuto para rectificar.
¡Qué error, así, la vida!
Aguardar hasta el fin la absolución,
en tanto te maldices tú mismo y te condenas
a morir esa muerte
que habías, sin saberlo, continuamente muerto:
Los ríos, muchas veces, son el mar.

Domingo F. Faílde.

Pintura: "Escena neoclásica", Henry Pether (1830-1902).

sábado, 15 de febrero de 2014

"EL MUNDO NO ES VUESTRO", Mayte Dalianegra

El mundo
 - esa esfera
que gira con inercia desmedida -
no es una más de vuestras
pertenencias. El mundo
es de las espaldas dobladas
que se yerguen rectas,
de las rectas conductas,
de la sapiencia recta.
De aquéllos
que - si no hay otro modo –
quiebran sus huesos con vítreo
rechinar de dientes,
y hienden las propias carnes,
haciendo del acero,
uno más de sus órganos.

¿Creéis que el mundo
- ahora como antes -
es vuestro? La eternidad
no aprobará por más tiempo tan prolongado
saqueo.
Los otrora
vencidos reclamarán
el resarcimiento de los siglos,
y uno a uno
- implacables -
se cobrarán tan impagable adeudo.

La sonrisa será en el futuro
una transferencia,
y los famélicos - también
sus afiladas sombras -
al fin degustarán las mieles
tras el severo ayuno impuesto.

Ignoro cómo podéis conciliar
el sueño con tan brutales
remordimientos; sin duda
el oro expoliado con ayuda de inicuos hados,
os instiga a libar las aguas del Leteo.
Vuestro secular pillaje es tinta bermeja
cebando el cálamo de la Historia.

Al albor de la noche oscura,
los ídolos que imaginasteis,
caerán con las bocas apretadas
de cuestiones sin sentencia,
mudos y sordos,
sordos y mudos
- así como fueron paridos,
a imagen y semejanza vuestra -.

Ellos serán las hojas caducas
arrancadas por la violencia
de un viento nuevo, de ese ornato florido
y artificioso de las aras
donde habéis sacrificado a vuestro pueblo.

Mayte Dalianegra.

Pintura de Agim Sulaj (Albania 1960).
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Música: "God save the queen", Sex Pistols.

viernes, 14 de febrero de 2014

"AMAR", Mayte Dalianegra

Amar
es aprender la doctrina de los pasos del otro,
acompasarse al arpegio de su pisada,
que la brújula indique
el norte de sus labios
y girar, haciendo trompos,
en torno a ese septentrión.

Es un aprendizaje continuo,
un hilar entregas y permutas
en trueque de risas y de llantos,
es tender la mano cuando la negrura
se cierna sobre el horizonte boscoso,
es mudar las escamas
para que el concepto del otro
prevalezca en virtud de la equidad.

Amar
es aquilatar al otro,
obviar sus vacíos
y, con los párpados cerrados,
ver su perfil rielado en nuestros ojos;
es pensar en el otro 
hasta ascender
sobre la esfera celeste,
es el afán de esa codicia
que nos empuja
a no cejar en el empeño de perpetuar
una alianza con los sueños.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “Hesperus, the Evening Star” or “Sacred to lovers” (“Hesperus, la Estrella de la Tarde” o “Los amantes sagrados”), 1857, Joseph Noel Paton

¡FELIZ SAN VALENTÍN!
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miércoles, 12 de febrero de 2014

"ROSA DE PLÁSTICO", Mayte Dalianegra

A ROSA ALCIBAR, DE BILBAO
Todo en ella 
es falso, impostado,
desde su supuesta fragancia
hasta la más supuesta, todavía,
tersura de sus pétalos.

Todo en ella 
es un glamur fingido
que convive 
en vil contubernio
con sus iguales;
iguales en dobleces y en artificios,
igualmente mordaces, insidiosos, 
pérfidos, infames, hipócritas y desalmados.

Pero son tantos 
los engañados,
los que ansían verla brillando
bajo el sol 
en el centro de sus jardines,
arrullada por la melodía de sus surtidores,
que es ardua,
cuando no, imposible, la tarea 
de propiciar la caída 
de tanta oscura y tupida venda.

Y es que las rosas de plástico,
vistas de lejos,
pueden parecer auténticas.

(Mayte Llera, Dalianegra)

Pintura: “Bolsa de papel”, óleo de Jane Hartley

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"EL NÁUFRAGO", Domingo F. Faílde

Si te asaltó el otoño en alta mar
y, lejos del abrigo
del puerto y sus buhíos,
amenaza zozobra tu velero,
aférrate al timón,
  endereza tu rumbo hacia otras radas
y dispón lo preciso
para resistir el invierno.

No intentes regresar: en el océano
sólo el abismo emerge a estas alturas
y se embriagan de noche los ponientes.

Tras la popa, el origen
será sólo un recuerdo, la añoranza
de aquel paraíso que siempre se pierde,
  pues no es otro el destino de la felicidad.

Acepta, en fin, la ofrenda
de las gentes sencillas del fiordo:
  No podrán reparar la vía de agua
ni allegar provisiones a la despensa;
te cuidarán, no obstante, y sus muchachas
calentarán tu lecho.

Mira a tu alrededor: la primavera
no volverá a posarse en tu jardín.
 
 Domingo F. Faílde.
 
Pintura de Émile Friant.


"ACRÓPOLIS", Domingo F. Faílde

 La soledad, las calles,
tus pupilas. El alba,
vistiéndose de tul, bajo la lluvia
levísima, imprevista,
que arrecia desde el Sur.

Amanece despacio, va encendiéndose
el valle que desciende
de tu mirada al mar.

Porque eres tú la lámpara
  que hace arder el paisaje
y asciende por los fustes
densos del resplandor.

Abajo, sin embargo,
  queda intacto aquel rumbo
que el viento cercenó.

Si cerramos los ojos,
veremos que este mundo,
el mar y sus rosales,
fueron sólo esa luz.

Domingo f. Faílde.

Pintura: "Figura femenina descansando", Lawrence Alma-Tadema.

Mis poetas favoritos: DOMINGO F. FAÍLDE

Domingo F. Faílde nació en Linares, Jaén,  el 17 de octubre de 1948, y falleció en Jerez de la Frontera, Cádiz, 11 de febrero de 2014. Poeta español, Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, fue profesor de Literatura y desempeñó su trabajo docente en Algeciras hasta su jubilación.

Casado en 2006 con la también poeta Dolors Alberola, residió en las ciudades de Algeciras y Jerez de la Frontera

Participó en la intensa actividad literaria y política de finales de los sesenta, integrado en el grupo de poetas brechtianos que alienta alrededor de diversas revistas, entre ellas 'Tragaluz', dirigida por Álvaro Salvador.

Fundador de revistas y otros medios, impresos y digitales, dirigió La Isla, suplemento cultural del diario Europa Sur, y colaboró en Cuadernos del Sur (diario Córdoba), Papel Literario (Diario Málaga-Costa del Sol) y otras publicaciones especializadas. Fue miembro de número del Instituto de Estudios Campo gibraltareños, de cuya Sección VI (Literatura y Periodismo) fue presidente, y socio fundador de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios.

"NADIE", Mayte Dalianegra

Rebasado el meridiano,
conozco ya la esquina
por donde nace el sol
y la esquina por donde su luz
se extingue.

El orto de una estrella
no me resulta ya un suceso indiferente.

Aún quedan muchas letras
en el fondo taciturno de un tintero,
aún quedan,
y espero que algunas hojas
todavía por arrancar del calendario.

Tal vez también me aguarde,
de vez en cuando, una sorpresa,
el hallazgo fortuito
que me resuelva
un, hasta entonces, irresoluto misterio,
o la caricia de un viento
imantado de intenciones nuevas.

Y de esa abigarrada maraña
de neuronas,
dispuestas en meticuloso desorden
dentro de mi cabeza,
continúan emanando ideas nítidas,
lo blanco, blanco, lo negro, negro,
y entre ello, la plata del gris.

Nadie va a decirme
cómo tengo que hacer esto o aquello,
qué tengo que pensar o que decir
sobre esto o aquello.

Nadie,
pues conozco ya la esquina
por donde nace el sol,
y la esquina
por donde el sol se extingue.

Mayte Dalianegra.

Pintura: "Mirando al fondo del Valle de Yosemite" (1865), Albert Bierstadt.
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sábado, 8 de febrero de 2014

"LOS ÁNGELES EXISTEN", Mayte Dalianegra

Los ángeles existen
—y aunque no lo creas,
aun cuando lo que digo suene
a arrogancia ampulosa y vana—, soy
uno de ellos,
uno de esos como los que Abott Thayer
y Rilke abocetasen con pincelada y palabra,

y estoy aquí, mientras la luna
deshoja sus párpados,
para salvaguardarte del miedo a vivir.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: "Un ángel", Abott Thayer
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Música: "Bring me to life", Evanescence

)

"MR. APOLLINAX", T.S. Eliot

(cita, en griego, de Luciano)

Cuando Mr. Apollinax visitó los Estados Unidos
su risa se mezclaba al tintineo de las tazas de té.
Yo pensaba en Fragilion, esa figura oculta por los abedules
y en Príapo escondido en la maleza
mirando con asombro a la dama del columpio.
En el palacio de Mr. Phlaccus y en casa del profesor Channing-Cheetah
reía, irresponsable como un feto.
Su risa era profunda y submarina
como la del viejo del mar
disimulado bajo islas de coral
donde impacientes cuerpos de ahogados vagan a la deriva por el silencio verde,
desprendidos a gotas de los dedos de espuma de las olas.
Yo ansiaba ver rodar la cabeza de Mr. Apollinax bajo una silla,
con fuco en los cabellos
o sonriente sobre un biombo, mostrando dientes y encías.
Oí el galope de cascos de un centauro sobre el duro césped del hipódromo,
mientras su sosa aunque apasionada charla consumía la tarde.
“-Es un hombre encantador. -Pero, pensándolo bien, ¿qué quiso decir?
-Sus orejas en punta... debe ser un desequilibrado.
Dijo una cosa a la que podría haberme opuesto.”
De la viuda de Mr. Phlaccus, del profesor Cheetah y de su esposa
recuerdo una rodaja de limón y un pastelillo de almendras mordido.

T.S. Eliot.

(Traducción de José Luis Rivas).

Pintura:"Palas y el Centauro" (1482), Sandro Botticelli, Galería de los Uffizi, Florencia.

sábado, 1 de febrero de 2014

"ELLOS", Mayte Dalianegra

Ambos se reflejan el uno en el otro,
se miran desde la cercanía de sus bisagras
y se acarician los labios
con ese terciopelo, suave y dúctil,
que es el silencio nocturno.

Entretanto,
uno de ellos hace juegos malabares
con un colgante que le pende del cuello
—quizás alguna estrella fugaz
de paso por la constelación de Orión—,
el otro observa sin emitir sonido alguno.

Son tímidos,
no se atreven a decirse
que, si pudieran,
se devorarían las bocas como fieras salvajes
hambrientas de celo,
que, si tuvieran valor,
se arrancarían las ropas a jirones,
se devastarían las pieles
en el azogue del espejo
y rodarían por la alfombra voladora
de Salomón,
mientras el viento los transportase lejos,
muy lejos.

Mayte Dalianegra

Pintura de Beata Chrzanowska
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Música: "Young and beautiful", Lana del Rey.

"RAMA DE ÁRBOL", Mayte Dalianegra


Fui rama de árbol
sin fronda,
sin tronco,
sin maraña de raíces.

Vivía de forma epifita
de la soledad del aire.

Pero llegaron los vientos cálidos, las lluvias
que me inseminaron con el centelleo
del rayo,
y hoy soy
una de tus manos,
uno de tus pies.

Soy rama de árbol,
fronda, tronco, raíces;
y tú,
rama, fronda, tronco, raíces.

(Mayte Dalianegra)

Pintura: “La familia de árboles” (1922), Felix Vallotton
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Música: "Little black submarines", The black keys. 

"INVIERNO", Vicente Huidobro

La rubia agreste
De los ojos trizados
Muerta esta mañana

El invierno pasaba por las calles

Aquel árbol frágil
guarda todas las lluvias

Estrellas prisioneras

Iban
Hacia las frías celdas

Esta llovizna
Humedece mis pupilas

En un tiempo
los pájaros cantaron

Y cogieron nuestras manos
Las flores que crecían sobre el río

Hay Una Luz
Que Nos Sostiene Del Vacío
 
Vicente Huidobro.
 
Pintura:  "Lago de montaña" (1880), Albert Bierstadt.