Los lanzaste después por la ventana.
Las páginas, extrañas mariposas,
planeaban encima de la gente.
No sé si ahora nos entenderíamos,
viejos, exhaustos y decepcionados.
Seguramente no. Mejor dejarlo así.
Querías devorarme. Yo, matarte.
Yo, el hijo que tuviste en plena guerra.
(Joan Margarit)
Pintura: "Saturno devorando a su hijo" (1819-1823), Francisco de Goya. Museo del Prado, Madrid