—de un azul tan profundo como el mar—,
la copa dorada del día,
la moneda tintineante de la risa son
lo que a la postre
nos queda;
la migaja cotidiana
que nos obliga
a mendigar una jornada más.
(Mayte Llera, Dalianegra)
Pintura: “The golden bowl” (La copa dorada), 1956, Frank Cadogan Cowper