Un iceberg
—de mayor envergadura
que aquel que envió al Titanic
a las fosas submarinas—
navegó a la deriva por tu seno
expuesto al raso.
La miel de los once años
y aprender a vivir sin él,
y alcanzar los magisterios
de la carne y de la tinta.
La Habana,
París,
Nueva York,
California…
Anaïs y Hugh,
Anaïs y Henry,
Henry y June,
June y Anaïs,
Anaïs y Padre,
Anaïs y Rupert…
Dueña de tu vida
y de tus letras —sin par Electra—,
tu orfandad de amor
solo tuvo una cerradura.
—de mayor envergadura
que aquel que envió al Titanic
a las fosas submarinas—
navegó a la deriva por tu seno
expuesto al raso.
La miel de los once años
y aprender a vivir sin él,
y alcanzar los magisterios
de la carne y de la tinta.
La Habana,
París,
Nueva York,
California…
Anaïs y Hugh,
Anaïs y Henry,
Henry y June,
June y Anaïs,
Anaïs y Padre,
Anaïs y Rupert…
Dueña de tu vida
y de tus letras —sin par Electra—,
tu orfandad de amor
solo tuvo una cerradura.
(Mayte Llera,
Dalianegra)
Fotografía: retrato de Anaïs Nin
Copyright:
U9oEWCnnb7bYxR7y