Erfoud es la esquina de un mar,
de un mar de arena.
Hace mucho
que los trilobites y los ammonites
no lo surcan,
se conforman con dormir
en sus panteones de mármol
en espera de que algún turista
se los lleve a un lugar lejano,
convenientemente pulidos
y, a ser posible, con una peana
para lucir en un estante
o sobre una mesa.
Cuando se movían veloces,
indolentes y despreocupados
entre las aguas azules,
no imaginaban que viajarían tanto.
Un largo viaje en el tiempo.
(Mayte Dalianegra)
Imagen: "Cephalokhiros (Cefalokiro)", Pedro Palencia
Música del desierto marroquí