sábado, 20 de febrero de 2016

"BATALLA DEL RÍO JARAMA", Pablo Neruda


Entre la tierra y el platino ahogado 
de olivares y muertos españoles,
Jarama, puñal puro, has resistido
la ola de los crueles.

Allí desde Madrid llegaron hombres 
de corazón dorado por la pólvora
como un pan de ceniza y resistencia,
allí llegaron.

Jarama, estabas entre hierro y humo
como una rama de cristal caído, 
como una larga línea de medallas
para los victoriosos.

Ni socavones de substancia ardiendo,
ni coléricos vuelos explosivos,
ni artillerías de tiniebla turbia 
dominaron tus aguas.

Aguas tuyas bebieron los sedientos
de sangre, agua bebieron boca arriba:
agua española y tierra de olivares
los llenaron de olvido. 

Por un segundo de agua y tiempo el cauce
de la sangre de moros y traidores
palpitaba en tu luz como los peces
de un manantial amargo.

La áspera harina de tu pueblo estaba 
toda erizada de metal y huesos,
formidable y trigal como la noble
tierra que defendían.

Jarama, para hablar de tus regiones
de esplendor y dominio, no es mi boca 
suficiente, y es pálida mi mano:
allí quedan tus muertos.

Allí quedan tu cielo doloroso,
tu paz de piedra, tu estelar corriente,
y los eternos ojos de tu pueblo 
vigilan tus orillas. 

(Pablo Neruda)

Pintura: Premonición de la Guerra civil (1936), Salvador Dalí