El día con su manto
de vívidos colores,
inspira cosas dulces:
la risa y la ilusión.
Entonces la mirada
se inclina hacia las flores...
Las flores son los versos
¡qué el prado canta al sol!
La noche con su sombra,
que deja ardientes rastros,
inspira cosas graves:
la angustia y la oración.
Entonces la mirada
se eleva hacia los astros...
Los astros son los versos
¡qué el cielo canta a Dios!
Qué pliegue su ala de oro
la tarde en el vacío;
qué pasen por mi mente
las ondas del Cedrón;
qué caiga de la nube
la gota de rocío;
¡qué radien las estrellas,
qué trine el ruiseñor!
de vívidos colores,
inspira cosas dulces:
la risa y la ilusión.
Entonces la mirada
se inclina hacia las flores...
Las flores son los versos
¡qué el prado canta al sol!
La noche con su sombra,
que deja ardientes rastros,
inspira cosas graves:
la angustia y la oración.
Entonces la mirada
se eleva hacia los astros...
Los astros son los versos
¡qué el cielo canta a Dios!
Qué pliegue su ala de oro
la tarde en el vacío;
qué pasen por mi mente
las ondas del Cedrón;
qué caiga de la nube
la gota de rocío;
¡qué radien las estrellas,
qué trine el ruiseñor!
Salvador Díaz Mirón.
Pintura: "Gather ye rosebuds while ye may", (Recoged los capullos de rosas mientras podáis), 1909, John William Waterhouse.