viernes, 22 de octubre de 2010

MIS POETAS FAVORITOS... Gilberto Owen.

Gilberto Owen, (1904-1952). Fue un novelista y poeta mexicano, originario de Rosario, Sinaloa. Ocupó cargos diplomáticos diversos. Fue autor de "Desvelo" (1923), editado de manera póstuma. "La llama fría" (1925), "Novela como nube" (1926), "Línea" (1930) y "Perseo vencido" (1948). 

Nació el 13 de mayo de 1904 en el pueblo sinaloense de Rosario, de donde partió, con su madre, Margarita Estrada, y su media hermana, a Toluca, capital del Estado de México. Tras estudiar en el Instituto Científico y Literario de esta ciudad, se trasladó a México para continuar sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria mientras trabajaba en la oficina de la presidencia. En las aulas preparatorias conoció a Jorge Cuesta y juntos frecuentaron los círculos literarios de la capital, principalmente el de Enrique González Martínez, al lado de otros jóvenes escritores como Xavier Villaurrutia, Salvador Novo y Jaime Torres Bodet. Bajo la influencia simbolista de González Martínez y Juan Ramón Jiménez, Owen y Villaurrutia escribieron sus primeros libros de poemas --"Desvelo" y "Reflejos", respectivamente-- y durante los años veinte participaron en la renovación de la poesía mexicana como colaboradores de la revista "La Falange" --que dirigía Torres Bodet--, "Ulises" y la que dio nombre y directriz a su grupo, "Contemporáneos" (1928-1931) [vid. Los contemporáneos], dirigida por el propio Torres Bodet y Bernardo Ortiz de Montellano. En 1925 Owen escribió "La llama fría", publicada en el diario El Universal, la primera de las novelas líricas con las que el grupo experimentó la prosa poética, en un franco desafío a la estética realista que comenzaba a imponer la novela de la Revolución mexicana.

Con Novo, Celestino Gorostiza, Villaurrutia y los pintores Manuel Rodríguez Lozano y Carlos Lazo, fundó --al amparo económico de Antonieta Rivas Mercado-- el Teatro Ulises, en el cual tradujo, dirigió y actuó obras de autores europeos modernos en un afán de divulgar la estética vanguardista con la que estaban comprometidos. Luego de publicar "Novela como nube", en 1928 marchó a Nueva York como escribiente de la embajada mexicana, y se relacionó con la vanguardia europea y latinoamericana residente en esa ciudad, como Federico García Lorca. Escribió un guion de cine para su amigo el cineasta Emilio Amero y recuperó los poemas cubistas que conforman "Línea", que había desechado a su salida de México y que Alfonso Reyes le publicó en Buenos Aires, al lado de obras de Macedonio Fernández y Jorge Luis Borges. Viajó por Canadá y sirvió en los consulados de Detroit y Filadelfia antes de ser enviado a Perú.

En ese país Owen conoció a Luis Alberto Sánchez y comenzó a interesarse por la estética marxista, que abandonó más tarde sin publicar nada de sus búsquedas, para regresar a la estética vanguardista. Se sabe que existió el proyecto de publicar un libro conjunto con Martín Adán, titulado según se sabe "Dos poemas de odio", pero no se llevó a cabo. En 1931 participó en las jornadas electorales a favor del APRA, que terminaron con el encarcelamiento de Haya de la Torre y la represión de Trujillo. Para alejarlo de la política peruana, el gobierno mexicano lo mandó a Guayaquil, Ecuador, en 1932, con la misión de abrir un consulado. Pero una vez ahí, no solamente recibió a los apristas exiliados, sino que se hizo amigo de Benjamín Carrión, el líder del naciente Partido Socialista Ecuatoriano y fue separado del servicio exterior por intervenir en la política de un país extranjero. Con sus propios medios y ayudado por sus amigos, marchó a Colombia, donde trabajó como maestro y periodista, y continuó involucrado en la política y en la vida cultural.

Alejado del APRA y de las ideas marxistas, en 1935 se casó con Cecilia Salazar Roldán, hija del general conservador Víctor Manuel Salazar, pero su matrimonio duró muy poco. Trabó amistad con poetas y pintores colombianos, como Aurelio Arturo y Fernando Charry Lara, quien lo recuerda dedicado a traducir cables periodísticos y a esparcir su conocimiento de la literatura inglesa. En 1942, regresó a México, en donde era un desconocido debido a su larga ausencia y a su escasa obra. Reintegrado al servicio exterior, fue cónsul en Filadelfia donde falleció en 1952. Tenía 48 años y estaba ciego debido a su larga adicción al alcohol.

Publicada en 1948 en una edición muy limitada de su obra mayor, "Perseo vencido" llamó la atención de la crítica muchos años después, gracias al interés de ensayos de Tomás Segovia y al trabajo de Josefina Procopio. En 1953 la Universidad Nacional Autónoma de México editó "Poesía y prosa", en ese momento la más completa edición de su obra, preparada por Procopio bajo supervisión de Owen, quien murió poco antes de su publicación. En 1979 el Fondo de Cultura Económica lanzó sus Obras, edición basada en la de 1953, pero con agregados y modificaciones. Desde entonces Owen es considerado uno de los poetas mexicanos más importantes de los años treinta y los estudios sobre su obra se han multiplicado.