Digo: “¡Nuestra romántica amiga la Luna!
o tal vez (en el plano fantástico, lo admito)
sea el globo del preste Juan
o un farol de abollada chatarra suspendido en el cielo
para alumbrar pobres viajeros en su miseria.”
o tal vez (en el plano fantástico, lo admito)
sea el globo del preste Juan
o un farol de abollada chatarra suspendido en el cielo
para alumbrar pobres viajeros en su miseria.”
Ella comenta: “¡Cómo divagas!”
Prosigo: “Alguien compone en el teclado
este exquisito nocturno con que nos explicamos
la noche, el claro de luna ...; acordes que hacemos nuestros
para representamos la propia nada.”
Prosigo: “Alguien compone en el teclado
este exquisito nocturno con que nos explicamos
la noche, el claro de luna ...; acordes que hacemos nuestros
para representamos la propia nada.”
Ella: “¿Eso se refiere a mí?”
“Oh, no: soy yo el fatuo.”
“Usted, señora, es la eterna humorista,
la eterna enemiga de lo absoluto
que da a nuestro inestable numen un leve sesgo,
y borra así, de un trazo, nuestra loca poética!...”
“Usted, señora, es la eterna humorista,
la eterna enemiga de lo absoluto
que da a nuestro inestable numen un leve sesgo,
y borra así, de un trazo, nuestra loca poética!...”
Y: “¡Pues qué serios estamos!”
T.S. Eliot.
T.S. Eliot.
(Traducción: José Luis Rivas).
Pintura: "Brita al piano" (1908), Carl Larsson.