por los que yo navegaba,
mas naufragaron mis barcos,
toda yo quedé encallada
en el roquedal siniestro
de esa playa mercenaria
del desconsuelo y la angustia.
Varada en la sinrazón
que me separó de ti,
ya se quemaron mis naves,
ya nunca podré volver
a surcar tus oleajes.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: La mujer en las olas (1868), Gustave Courbet