Mira los aires, alma solitaria,
alma triste que sola vas gimiendo.
Asciende, sube. Amor te espera.
La cima es alta. Escaso, el aparejo.
Aleteante, temblorosa y blanca,
te veo subir con retenido esfuerzo.
Hoy llega el sol donde hasta ayer la luna.
Llega la luna donde ayer el cierzo.
Al fin la vida con la luz se aclara.
Al fin la muerte con la luz ya se ha muerto.
¡Cantan las cumbres y los valles! ¡Cantan
los siempre vivos a los nunca muertos!
Cara con cara junto a Dios, escuchas
vibrar los aires y vivir los sueños.
Vida con vida, luz con luz amada,
y cielo, humano, en el amor, con Cielo.
Bajar la luz de amor, la luz de vida
lenta en los aires minuciosos siento.
Fundida luz de Dios con luz del alma.
Qué claridad de pronto. Qué silencio.
alma triste que sola vas gimiendo.
Asciende, sube. Amor te espera.
La cima es alta. Escaso, el aparejo.
Aleteante, temblorosa y blanca,
te veo subir con retenido esfuerzo.
Hoy llega el sol donde hasta ayer la luna.
Llega la luna donde ayer el cierzo.
Al fin la vida con la luz se aclara.
Al fin la muerte con la luz ya se ha muerto.
¡Cantan las cumbres y los valles! ¡Cantan
los siempre vivos a los nunca muertos!
Cara con cara junto a Dios, escuchas
vibrar los aires y vivir los sueños.
Vida con vida, luz con luz amada,
y cielo, humano, en el amor, con Cielo.
Bajar la luz de amor, la luz de vida
lenta en los aires minuciosos siento.
Fundida luz de Dios con luz del alma.
Qué claridad de pronto. Qué silencio.
Carlos Bousoño.
Pintura de Emma Florence Harrison.