Baña el Euxino un bosque de agrios arbustos lleno;
sobre la fuente un negro laurel la copa inclina,
y la Ninfa, sonriente, que a sus ramas se empina
huella, tímida, el agua del arroyo sereno.
Otras, de un salto, se hunden en loco desenfreno
al oir la llamada de una oculta bocina,
y en las aguas movibles a menudo germina
un torso, un claro bucle o la rosa de un seno.
Alborozo divino las florestas asombra.
Mas de pronto dos ojos iluminan la sombra.
¡El Sátiro! Y al eco de su gárrulo sistro
huyen todas. Asi, si un cuervo grazna airado,
en las ondas del río locamente nevado
se esparce la bandada de cisnes del Caístro.
(José-María de Heredia)
Traducción del francés de Otto de Greiff
Pintura: "Ninfas y sátiro" (1873), William-Adolphe Bouguereau.
Instituto de Arte Clark, Williamstown (Massachusetts),Estados Unidos