No me dejes caer
en los arroyos de tus ojos,
rumorosos de otoños encendidos,
o en la feroz cascada de tu risa,
que soy rebeca tierna
y el fragor de tus embravecidas aguas,
arredra mis instintos
y me extravía.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: “Gran cascada” (2011), Andrés Rueda