Te espero aquí,
frente a las aristas de mi mesa,
mordaces en el absoluto mutismo
que atestigua esta soledad
nunca vencida por el sueño.
Te espero silente como ellas,
impertérrita también,
con los labios cosidos
para no permitir la inoportuna
evasión de un suspiro.
Pasan los minutos, las horas,
puede que los días,
y aquí sigo, enmarañada de telarañas,
esperando que una luz verdosa
me ilumine la cara,
que me devuelva la sonrisa
perdida en esta demora de tiempo y de silencio.
Y aquí sigo, todavía,
esperándote, siempre esperándote,
apurando mis ansias
en la tinta de un poema
que tus ojos obviarán,
disimulando, fingiendo que nada acontece,
mintiéndote, mintiéndome,
sepultando bajo el légamo de la conciencia
el inclemente y tempestuoso
río que me fluye dentro.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: “Automat” (Autómata), 1927, Edward Hopper, Des Moines Art Center, Des Moines, Iowa, USA.