domingo, 15 de febrero de 2015

Mis poetas favoritos: JAROSLAV SEIFERT

Jaroslav Seifert (Praga, 23 de septiembre de 1901 – Praga, 1986), fue un poeta y periodista checo. Considerado uno de los más grandes poetas checos contemporáneos; obtuvo el premio Nobel en 1984. Fue activo inspirador de los principales movimientos vanguardistas checos, entre ellos el llamado "poetista". Miembro fundador, en 1921, del Partido Comunista checoslovaco, rompió con él después de viajar a la Unión Soviética en 1929, y fue fervoroso luchador contra la ocupación nazi.

Seifert participó en 1920 en la constitución del grupo Deveetsil, de fuerte influjo en la literatura checa posterior, que combinaba la adscripción a los principios de la revolución rusa y a los movimientos futurista y dadá. Con este aliento publicó su primer libro de poemas, Ciudad en lágrimas (1921), para derivar hacia una actitud estéticamente más radical y adversaria de las doctrinas soviéticas en El amor mismo (1923), obra que materializa los principios del "poetismo".

En los años siguientes, sin abandonar la colaboración con los movimientos y publicaciones socialistas, profundizó el vanguardismo de su creación poética en títulos como En las ondas (1926), El ruiseñor canta mal (1926), donde ya se percibe una visión del mundo acusadamente pesimista, y Paloma mensajera (1929). En la década de 1930, a medida que la situación política y social se degradaba, derivó hacia el clasicismo y su voz se tornó más clara y contundente.

El título que señala dicho giro es Manzana de regazo (1933), con el que el poeta dio por terminada su fase juvenil para convertirse en el gran maestro del verso musical y expresivo, que le granjearía una gran popularidad. Las manos de Venus (1936) y Primavera adiós (1937) son libros que responden a esa tendencia.

Bajo ocupación alemana y con el inicio de las confrontaciones militares en Europa escribió versos patrióticos y antifascistas como en Ocho días (1937), Apagad las luces (1938) o El abanico de Bozena Nemcová (1940). La Praga ocupada es la ciudad a la que canta en títulos como Vestida de luz (1940) y Puente de piedra (1945). Continuó escribiendo y publicando después de la guerra, pero, tras pronunciar un discurso crítico contra la política cultural impuesta por el régimen estalinista, fue condenado al ostracismo durante años.

Reapareció en 1965 con Concierto en la isla, libro al que siguieron otros como El cometa Halley (1967) y La fundición de las campanas (1967). Poco después se hizo cargo de la dirección de la Unión de Escritores, tribuna desde la que condenó la invasión soviética de su país, en 1968, tras lo cual volvió a encontrarse en dificultades, por lo que hubo de publicar algunos libros en Alemania. Fue firmante de la Carta 77 en favor de los derechos humanos en Checoslovaquia. Sus memorias aparecieron en 1983 con el título Toda la belleza del mundo, y ese mismo año, uno antes de recibir el Nobel, apareció su último poemario, Ser poeta.

Residió en el Callejón del Oro, en Praga,  y murió el 10 de enero de 1986.

Entre sus obras más importantes destacan: Las manos de Venus, 1936, Vestida de luz, 1940, Madre, 1954, Concierto sobre la isla, 1965, El beso de despedida, 1965, El anillo de la madona de Trebon, 1966, Cantos sobre Praga, 1968, Paraguas en Picadilly, 1979.

 Extraído en parte de Biografias y Vidas