Si las arenas del desierto,
hijas del cuarzo, la dorada mica
y el plomizo feldespato,
pudieran escuchar,
si estuvieran dotadas
de diminutos oídos
o de pequeñas caracolas de retumbar marino,
mi voz te llevarían con el viento,
mi voz que te diría ¡cuánto te quiero!
(Mayte Dalianegra)
Pintura: "La excursión del harem" (1869), Jean León Gérôme