Bajo la flor, la rama,
sobre la flor, la estrella,
bajo la estrella, el viento.
¿Y más allá? Más allá ¿no recuerdas?, sólo la nada,
la nada, óyelo bien, mi alma,
duérmete, aduérmete en la nada,
si pudiera, pero hundirme.
Ceniza de aquel fuego, oquedad,
agua espesa y amarga,
el llanto hecho sudor,
la sangre que en su huida se lleva la palabra.
Y la carga vacía de un corazón sin marcha.
De verdad ¿es que no hay nada? Hay la nada.
Y que no lo recuerdes. Era tu gloria.
Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha
en el soplo de tu aliento.
Mira en tu pupila misma dentro,
en ese fuego que te abrasa, luz y agua.
Mas no puedo. Ojos y oídos son ventanas.
Perdido entre mí mismo no puedo buscar nada,
no llego hasta la Nada.
María Zambrano.
sobre la flor, la estrella,
bajo la estrella, el viento.
¿Y más allá? Más allá ¿no recuerdas?, sólo la nada,
la nada, óyelo bien, mi alma,
duérmete, aduérmete en la nada,
si pudiera, pero hundirme.
Ceniza de aquel fuego, oquedad,
agua espesa y amarga,
el llanto hecho sudor,
la sangre que en su huida se lleva la palabra.
Y la carga vacía de un corazón sin marcha.
De verdad ¿es que no hay nada? Hay la nada.
Y que no lo recuerdes. Era tu gloria.
Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha
en el soplo de tu aliento.
Mira en tu pupila misma dentro,
en ese fuego que te abrasa, luz y agua.
Mas no puedo. Ojos y oídos son ventanas.
Perdido entre mí mismo no puedo buscar nada,
no llego hasta la Nada.
María Zambrano.
Pintura: " Heliodores woodstar and a pink orchid" (1871) Martin Johnson Heade.