Con el rostro abrasado por el salitre del llanto,
enrojecidos los ojos,
los labios enmudecidos pergeñando mil suicidios,
humildemente me declaro
¡loca de amor!
Como la reina Juana, loca, rematadamente loca,
enamorada perdidamente,
cautiva de esta pasión, de este tremendo ardor
hasta la desesperación.
(Mayte Dalianegra)
Pintura: “Beata Beatrix” (1863), Dante Gabriel Rossetti. Tate Gallery, Londres