Que el verso sea como una llave que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos, creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el cielo de los versos.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza;
el vigor verdadero
reside en la cabeza.
¿Por qué cantáis la rosa, oh, poetas?
¡Hacedla florecer en el poema!
Sólo para vosotros
viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos, creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el cielo de los versos.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza;
el vigor verdadero
reside en la cabeza.
¿Por qué cantáis la rosa, oh, poetas?
¡Hacedla florecer en el poema!
Sólo para vosotros
viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta es un pequeño Dios.
Vicente Huidobro.
Pintura de Pieter Wagemans.