Anjelamaría Dávila, llamada realmente Ángela María Dávila Malavé, fue una poetisa, declamadora y cantante puertorriqueña, ( Humacao, Puerto Rico, 21 de febrero de 1944 - 8 de julio de 2003, Río Grande, Puerto Rico).
La crítica literaria nacional consideró a Anjelamaría Dávila una de la exponentes de la poesía puertorriqueña más prometedoras de su generación. Aunque su legado es extenso, el mismo se encuentra disperso en gran número de publicaciones nacionales y extranjeras. Apenas tuvo oportunidad de sacar a la luz dos obras, la primera de ellas, “Homenaje al ombligo” (1966), en colaboración con su entonces esposo José María Lima (1934-2009).
Aunque su vena poética le afloró durante cuando era adolescente, fue poco después de que ingresara a la Universidad de Puerto Rico que se adentró en el cultivo de este género literario al vincularse al denominado Grupo Guajana, dirigido por el poeta Vicente Rodríguez Nietzsche y que editaba la revista Guajana, hoy reconocida como la más importante dentro de las de su género durante la década de 1960. Ella llegó a ser una de las figuras representativas de aquel colectivo, en el que también figuraban Marina Arzola, Antonio Cabán Vale “El Topo”, Andrés Castro Ríos, Edgardo López Ferrer, Susana Matos Freire, Ramón Felipe Medina, Carlos Noriega, Edwin Reyes Berríos, Marcos Rodríguez Frese, Vicente Rodríguez Nietzsche, Juan Sáez Burgos, Enceslao Serra Deliz y José Luis Vega.
En 1963, otro destacado poeta, Jorge Luis Morales, la presentó en el Ateneo Puertorriqueño, donde ofreció su primer recital. En 1965 fue incluida en la “Antología de jóvenes poetas” editada por el Instituto de Cultura Puertorriqueña. En esta obra también aparecen varios de sus compañeros del Grupo Guajana.
A partir de 1970, poemas de Anjelamaría Dávila aparecerían frecuentemente en las páginas de las revistas Bayoán, Palestra y Surco. En 1977, la Editorial Huracán le publicó el poemario “Animal fiero y tierno”. Su presencia también se hizo habitual en café-teatros y centros culturales en los que, además de declamar, cantaba. Entre los tantos espectáculos que ofreció son muy recordados los titulados “De frente con mi tierra” y “Ritmos de fuego”, en el Café-Teatro Río Piedras. En este último, producido por Lynnette Oliver y presentado el 27 se septiembre de 1983, compartió con otras féminas muy destacadas en el quehacer cultural nacional: Rayda Cotto, Vanessa Cruz, Brenda Díaz, Adrienne Galler Lastra, Elba Lugo, Cutita Méndez, Myrna Oliver, Tati Rodríguez y Carmen Nydia Velázquez.
Nuestra biografiada, quien también era una excelente dibujante, fue incluida en la “Antología de la poesía hispanoamericana actual”, de Julio Ortega (Siglo 21 Editores, 1994) y en “Flor de lumbre /Guajana 40 aniversario 1962-2002” (ICP, 2004). En esta última obra aparecen sus poemas “Acabo de morir”, “Ante tanta visión de historia y prehistoria”, “El largo día del hambre”, “Glosas de la paloma”, “Homenaje”, “Me surge desde adentro”, “Poema de amor para las heroínas y los héroes”, “Quise sembrarme todas mis venas”, “Todos los días”, “Tu cuerpo siempre cálido”, “Un sol azul”, “Y así voy…” e “Y crecí tanto”.
Desafortunadamente, Anjelamaría Dávila enfermó siendo joven y cuando más se esperaba de su talento. Un padecimiento pulmonar comenzó a minar su organismo, calamidad que se complicó al ser atacada por el Mal de Alzheimer. Fallecería en el Centro de Cuidado Hogar Guadalupe, en Río Grande, el 8 de julio de 2003. Era madre del actor Aurelio Lima (nacido en 1970) y de Amanda Colón, quien vio la primera luz en 1980. Dejó inédito el poemario “La querencia”.