Ya sólo su carne se enrosca y desenrosca como
el sonido de una flauta
Los ácidos del olvido labran su nuevo esqueleto
Arrojando lejos de su órbita aquella maldita
espiral de caminos descarrilados entre templos
y burdeles
Amador curioso
Ha sobrevivido a todos los laberintos de las
victorias
Deslizándose por las galerías de la noche contra la
destreza incomparable de la luna
Encontró su cabeza olvidada
En una oficina de equipajes
Se la devolvieron
Encajaba perfectamente sobre sus hombros de
fiebre amarilla
Juan José Ceselli.
Pintura:"El encantador de serpientes" (1870), Jean León Gérôme.
el sonido de una flauta
Los ácidos del olvido labran su nuevo esqueleto
Arrojando lejos de su órbita aquella maldita
espiral de caminos descarrilados entre templos
y burdeles
Amador curioso
Ha sobrevivido a todos los laberintos de las
victorias
Deslizándose por las galerías de la noche contra la
destreza incomparable de la luna
Encontró su cabeza olvidada
En una oficina de equipajes
Se la devolvieron
Encajaba perfectamente sobre sus hombros de
fiebre amarilla
Juan José Ceselli.
Pintura:"El encantador de serpientes" (1870), Jean León Gérôme.